Opinión

CUANDO SEA PRESIDENTE

CUANDO SEA PRESIDENTE

POR: José Díaz
josed4606@gmail.com

 

Gracias al que me hackeó

 

El pasado domingo alguien me hizo un regalo inesperado. Agazapado cobardemente en el anonimato, oculto tras la RED, hackeó mi correo electrónico y Facebook e inmediatamente envió un mensaje a todos los contactos, incluidos muchos lectores de esta columna, en el que supuestamente yo pedía con urgencia que respondiesen a través del correo porque tenía un problema y había perdido mi teléfono.

¡Claro! Ya habían borrado nuestro correo y el que usaban era casi idéntico al nuestro. Muchos de mis amigos cercanos, familiares y personas con las que me he relacionado, y que conservan el número de nuestro móvil, el mismo de hace 20 años, llamaron de inmediato y les aclaraba, que no era verdad que hubiera viajado a Grecia y que allí me hubiesen atracado dejándome sin celular y que para resolver nuestra desgracia me prestaran 2,300 dólares.

Erraron el tiro. Todavía califico para ser un arracavaca, un miserable, y por ende, salvo contadas excepciones, no tengo ni familiares ni amigos que puedan disponer de RD $100,000 mil pesos para prestármelos, en última instancia creo que si hubiesen dicho que me morí, quizás en una colecta se hubiese juntado esa cantidad para el ataúd, las velas, el café y las galleticas, el hielo que se pone debajo del féretro y los arreglos del nicho donde me alojaran sino es que me incineran y lanzan las cenizas a la ladera sur del pico Duarte.

Le estoy muy agradecido al que queriendo hacerme una maldad transformó un domingo pálido y tedioso en una fiesta donde recibí más de 100 llamadas, algunas de amigos que no escuchaba en años, me enteré de sobrinos que no sabía me habían llegado, escuché voces de personas que adoro, y conté con el acompañamiento de mi familia, que si estiman que valgo esos cien mil; de paso me sirvió para esta reseña advirtiendo esta malsana tarea y así me libré de opinar de “sobrecitos y puestos”. Chequén nuestro nuevo correo.

El Nacional

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