Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

DE SALUD Y OTRAS COSAS

La salud como problema político.-

El médico español Javier Padilla en su libro “¿A quien vamos a dejar morir?: Sanidad Publica, crisis y la importancia de lo político”, afirma que “la sanidad siempre está en crisis, la responsabilidad de enfermar no puede atribuirse solamente a la persona que enferma y para cambiar la salud tendríamos que cambiar la sociedad”. Si analizamos los fenómenos salud y enfermedad en la etapa democrática de República Dominicana el sistema sanitario ha vivido en crisis.

Paradójicamente cuando la situación socio económica de los países decrece (enferma), la gente muere menos.

Yo no comparto esa afirmación que se hace en este libro; comparemos Suiza (el presupuesto de salud más elevado de la Comunidad Económica Europea) con Haití y sus respectivos índices de morbilidad y mortalidad.

Es indudable que el acceso a los servicios sanitarios (públicos, privados o mixtos) tiene un sesgo de clase social en donde la salud como derecho esencial contrasta con los deberes de los gobernantes de proveerla con calidad y gratuidad, de ser posible.

El autor se pregunta: “¿En qué medida el sistema sanitario es un reductor o un amplificador de las desigualdades sociales?”.

Este texto se ubica en un discurso, a todas luces, de la nueva izquierda sanitaria de España cuando afirman de forma atrevida: “Hace falta una sociedad entera para cuidar a quienes no tienen la capacidad de cuidarse por sí mismos”.

El autor de este ensayo habla de que los sistemas públicos de salud han vivido en un estado de precarización creciente en los cuales las enfermedades le han ganado la carrera al embate de a los esfuerzos preventivistas.

Esta teorización viene a cuenta a propósito de la epidemia de la gripe (por llamarla de alguna forma) que lleva centenares de muertos en China, contagiados por el coronavirus a punto de partida de una ciudad de 11 millones de habitantes, en una nación que contabiliza el tercio de seres humanos que pueblan el planeta.
El presidente de China acusa a Estados Unidos de querer estigmatizar a sus ciudadanos por la forma en que mercadea esta tragedia.

China demuestra su potencial como mega potencia tecnológica construyendo en solo seis días un hospital especializado; pone en cuarentena a una ciudad completa y está al borde de sintetizar una vacuna para combatir el mal.

Todo esto ocurre en el marco de un diferendo, respecto a los aranceles aduanales tanto de los productos que China exporta, como idéntico intercambio desde Estados Unidos.
China se alía a Rusia y, a veces, a Corea del Norte, para mantener a raya las embestidas del señor. Donald Trump.

Es entonces cuando un tema de salud adquiere ribetes políticos como se titula este artículo a propósito del libro comentado del profesor Padilla.

La profundización y expansión de las relaciones diplomáticas de República Dominicana con China alcanzaron a mover ojerizas en el Gigante del Norte y se hace necesario que nosotros no politicemos las acciones para combatir esa corona tan pesada que se llama coronavirus, y crucemos los dedos para que Dios nos agarre confesados…

El Nacional

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