Gozar de salud mental en un mundo en el que todo inclina al estrés, es lo que muchos desean para vivir en armonía, pero lamentablemente son muchos los trastornos que pueden llevar a una persona a no tener este bienestar interior y uno de ellos es el delirio de persecución.

Cuando se habla de delirio de persecución se está hablando de un tipo de trastorno delirante. Cuando una persona está padeciendo de este trastorno se caracteriza en términos generales porque incluye un sistema delirante de apariencia lógica y comprensible, sin alucinaciones, detalla la doctora Roelka Ventura, médico especialista en crisis y traumas, cuya consulta está en el centro Psicológicamente.

Este trastorno tiene pocas alteraciones de la conducta y la actitud personal, la función intelectual está normal, lo que podría llevar a muchos a preguntarse, si una persona con trastornos delirante puede llegar a ser funcional.

La experta responde que en la mayoría de los casos sí, ya que el funcionamiento no está marcadamente alterado y la conducta no es manifiestamente extraña.

“Ó sea que tiene escasa interferencia sobre otros aspectos de la vida que no tenga relación con la temática delirante o la posible relación de estas ideas con las experiencias personales de los sujetos afectados. Solo podría llegar a tener consecuencias a nivel psicosocial si la idea delirante se encuentra tan activa que lo lleva a un estado de crisis”, analizó Ventura.

El aspecto lógico

Este aspecto lógico de la temática de los trastornos delirantes se relaciona con su inicio ya que suele comenzar con hechos o situaciones reales, por ejemplo cosas que realmente pueden suceder en la vida real como es ser perseguido, envenenado, contagiado, amado a distancia, tener una enfermedad o ser engañado por su pareja. Por lo general el inicio es progresivo e insidioso se va instaurando poco a poco, Es decir que son situaciones que en principio son muy reales y creíbles por cualquier persona y que durante su desarrollo es que pueden crear sospecha de las personas a su alrededor de que la situación no es normal.

A nivel psicopatológico el paciente perciben un ¨algo¨ que se convierte en parte de estas ideas tormentosas. El resentimiento, la irritabilidad y las continuas reivindicaciones son constantes en estos pacientes y se hace frecuente el aislamiento social y situaciones permanentes de privación e injusticia que deterioran la autoimagen, a pesar de que muchas veces se mantiene un sentido excesivo de importancia personal.

La crisis que desencadena el paciente en el delirio de persecución puede muchas veces llegar a tal punto de ser una emergencia médica puesto que muchas veces puede poner en peligro su vida.

UN APUNTE

Consejos:
Algunas recomendaciones del manejo no farmacológico en casos de crisis:
• Compañía permanente idealmente de familiares.
• Las intervenciones ambientales, por ejemplo mudarse de sitio.
• La psicoeducación es muy importante ya que de esta manera desarrolla una mejor introspección, lo cual facilita el cumplimiento con la medicación y mejora la adaptación social u ocupacional.