Esta semana diversas agrupaciones políticas y civiles dejamos de lado las diferencias y nos sentamos en una misma mesa, convencidos de que aquello que nos une es mucho más importante que las cosas que nos separan. Una de ellas, el desafío de fortalecer la democracia e institucionalidad en la República Dominicana.
En ese desafío, la Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas y la Ley Orgánica del Sistema Electoral juegan un rol preponderante para garantizar la transparencia y justicia en los procesos internos de los partidos, y en las elecciones generales, hasta ahora marcadas por el abuso de poder estatal en favor del partido oficialista y el uso indiscriminado de recursos públicos no asignados en el presupuesto para los partidos y mucho menos para actos de campaña.
Libertad, igualdad, transparencia, equidad y objetividad, son los pilares que a todas las agrupaciones que firmaron el documento, nos rigen de forma innegociable, pues tenemos el convencimiento de que la democracia se hace grande si hay reglas claras, transparencia y equidad entre mujeres y hombres, entre partidos grandes y pequeños; solo así construimos ciudadanía, cultura política y un futuro mejor.
No descansaremos hasta que el Congreso conozca los proyectos legislativos y apruebe piezas de consenso, en beneficio de la institucionalidad y de la transparencia que tanta falta le hace a la República Dominicana, para no solo garantizar elecciones justas y transparentes en 2016, sino también para marcar un antes y un después en la historia electoral, política y ciudadana del país.
Como uno de los participantes en esta nueva jornada de lucha, manifesté mi compromiso irrestricto con la democracia, porque no hay mayor huella ni legado más fuerte que podamos dejar a nuestros hijos y nietos, el país que los fundadores soñaron, la tierra que nosotros anhelamos y que juntos podremos construir. La democracia está en juego, el futuro en nuestras manos. Venceremos.