QUINTAESENCIA

Derecho vs. Justicia

Derecho vs. Justicia

Rafael Ciprián

(2de2)

Mientras que los gobernantes son todo lo contrario: Tienen los tipos de consciencia señalados, y por eso respetan, cumplen y hacen cumplir a todos los miembros de la sociedad los mandatos de su Derecho.

Aclaramos que los gobernantes no son ángeles. Es que están bien formados y saben que hacen más y mejores negocios con la paz social y el orden que le garantiza el cumplimiento del Derecho.

Falta mucho para que en nuestro país los factores reales de poder dominantes se conviertan en gobernantes.

Se necesita más desarrollo económico, sembrar el país de industrias, para que surja la burguesía en sí y para sí.

Es la llamada a organizar y desarrollar el capitalismo deformado en que vivimos. Ella pensará en el país y no en las migajas que les dejan sus amos extranjeros.

Inevitablemente, y de manera paralela, surgirá la clase social contraria a esa burguesía. Es el proletariado o ejército de trabajadores de la ciudad y del campo.

Debido a los nuevos tiempos, al desarrollo de las ciencias y la tecnología y a los objetivos de las fuerzas geopolíticas predominantes las contradicciones entre la burguesía y el proletariado ya no son caóticas en su antagonismo. Buscan salidas menos sangrientes que en los siglos XIX y XX.

En efecto, la lucha social y política se expresa más en el ordenamiento constitucional, legal y reglamentario que nos rige. Se combate por adecuar las normas jurídicas, la Constitución sobre todo, para ampliar y mantener las conquistas.

La Carta Magna ya no es una simple proclama política ni un mero papel mojado, sino una norma suprema, a la cual deben someterse todas las disposiciones jurídicas del país.

Es de aplicación directa e inmediata. Además, estamos tomando cada día más conciencia de nuestra obligación de respetar y hacer respetar esa Ley Fundamental de la nación.

Sabemos que las arbitrariedades a que son adictas ciertas autoridades y las injusticias que se cometan y que hasta están consagradas en muchas leyes, pueden ser erradicadas o aminoradas con la constitucionalización de los procesos judiciales y de todos los actos, las actuaciones y regulaciones de la administración pública.

Si eso se logra, entonces avanzaremos, con pasos firmes y apresurados, a ciertos niveles de justicia para todos. Eso es lo que espera y merece nuestro pueblo.

Debemos saber que la Justicia va más lejos y mucho más alto en las aspiraciones de los seres humanos que el Derecho.

Es una de las cuatro virtudes cardinales. Es el más elevado ideal de civilización. Potencializa la dignidad humana y los demás derechos fundamentales. Garantiza la convivencia armónica entre las personas. Y, si el Derecho riñe con la Justicia, que se imponga la Justicia. Confucio enseñó que donde hay Justicia no hay ni hambre.