Gallup: ruido y señal
En la encuesta Gallup-Hoy publicada esta semana, el tema de la reelección de Danilo Medina en el 2016 pudo haber influido sobre las respuestas de los encuestados.
Era bien conocido que hasta el día en que observo la Ley sobre Loma Miranda Danilo era el político con mas alta valoración en el país.
En sus primeros dos anos, Danilo logro un consenso nacional sobre su liderazgo, tan grande que el desempleo, la criminalidad, los gravísimos casos de corrupción protagonizados por compañeros de su partido durante el último gobierno de Fernández, así como el alto costo de la vida y los salarios de miseria, todos juntos, parecían irrelevantes frente a la enorme imagen de «bueno» y «diferente» tejida sobre su figura presidencial con ayuda, incluso, de los principales líderes de la oposición.
Lo que no entendía la oposición – en su prolongada luna de miel con Danilo – era que ese apoyo evidente serviría, a mediano plazo, para otras dos cosas: primero, para detener la caída de la imagen del PLD, que había quedado muy cuestionada al final de la gestión pasada y, segundo, para que más adelante el propio Leonel Fernández fuera beneficiado por la enorme reputación de su partido como subproducto de la elevadísima popularidad de Medina.
En ese contexto, a pesar de que la Constitución prohíbe la reelección de Danilo Medina para el 2016, la firma Gallup lo trae por las puntas y en lugar de medir las preferencias electorales entre Leonel frente a la oposición – solamente-, lo hace introduciendo a Danilo en dos de cuatro escenarios. La presencia de Danilo disparó en los electores lo que los expertos denominan el «recuerdo del voto», que en este caso favorece al PLD. Ese es el ruido.
Por otro lado, la señal clara de la encuesta consistió en demostrar que las caídas hasta 23% de Hipólito y 10% de Miguel-PRD se deben, exclusivamente, al largo escándalo de la división.
En consecuencia, si el PRM cae de nuevo en mínimas confrontaciones entre sus líderes, la derrota en el 2016 seria aplastante y ridícula.