La población está compelida a acoger al pie de la letra el contenido del discurso pronunciado el viernes por el presidente Danilo Medina en el que advirtió que no es momento de bajar la guardia en la lucha por contener el coronavirus, por lo que anunció la prolongación hasta el día 30 del toque de queda y la obligatoriedad del uso de mascarillas.
Fue una alocución realista en torno a las incidencias de la COVID-19, que dijo se acerca a la meseta de contagio, y al señalamiento de que si no se endurecen medidas restrictivas y se acatan las normas de distanciamiento, “es mucho lo que se podría perder”.
El Presidente ha dicho que el coronavirus se aproxima a detener su espiral ascendente de contagio, razón por la cual se endurecerá el control militar y policial sobre todas aquellas personas que no estén haciendo desplazamientos estrictamente necesarios, a los fines de evitar retroceso en la contención del virus.
Fue particularmente conmovedor su relato sobre la conversación que sostuvo con el alcalde de Nueva York sobre el alto porcentaje de hispanos que han fallecido en esa urbe a causa de la pandemia, lo que hace suponer que centenares de dominicanos figuran en la lista de decesos o de contagio.
Tiene razón el mandatario al afirmar que “reducir las restricciones en este momento podría llevarnos a un nuevo pico de contagio, que no podríamos controlar”, por lo que aún no es tiempo de retornar a la normalidad como todos desearían.
Se resalta la exhortación presidencial para que la población “se arme de paciencia, de disciplina y sobre todo de amor a sus semejantes”, en el entendido de que la prolongación del toque de queda y el control militar y policial para evitar desplazamientos innecesarios constituye un sacrificio irrenunciable.
En un esfuerzo por levantar la moral de las fuerzas productivas, el jefe de Estado adelantó que ya el Gobierno trabaja en la planificación de las medidas de estímulo económico que emprenderá para retomar la senda del crecimiento tan pronto como sea posible.
Para salir airosos en la lucha contra la COVID-19, los dominicanos requieren armarse de unidad, valor, sacrificio, disciplina, obediencia y comprensión, valores que han sido expuestos y resaltados en un discurso presidencial que sirve de clarinada que convoca a la batalla decisiva contra la pandemia.

