Justicia, Ministerio Público ni sociedad han podido encontrar remedio eficaz para al menos reducir la alarmante cantidad de asesinatos de mujeres a manos de sus ex parejas, pretendientes o amantes, flagelo en auge que apunta ya casi medio centenar de feminicidios en lo que va de año.
Mal contado, se sitúa en 46 el número de mujeres asesinadas por causas pasionales, con el más reciente suceso de una dama ultimada a cuchilladas en el barrio El Dique, de Santo Domingo Este.
En cada uno de los primeros meses del año, la cifra de feminicidios ha sumado cifras dobles, pero en los primeros 20 días de junio van 18, a razón de casi uno cada 24 horas.
Lo más grave de este drama es que inexplicablemente autoridades y sociedad parecen conformarse y aceptar la dura realidad de que decenas de mujeres resulten asesinadas a balazos, cuchilladas, garrotazos o estranguladas por individuos celosos o que reclaman una relación forzosa.
Antes de que el gallo cante tres veces la vida de otra mujer será conculcada por algún desaprensivo, por lo que urge que la sociedad toda aborde esa tragedia por todos los flancos, en un esfuerzo colectivo para al menos reducir sustancialmente los feminicidios.