POR: Demetrio Miguel Castillo
demicaes.1951@gmail.com
Bioseguridad y hospitales
La seguridad hospitalaria no solo abarca la seguridad personal contra la delincuencia existente también abarca a elementos de suma importancia como son el traslado de materiales de residuos por uso, análisis, pérdida de miembros y otros menos importantes. La bioseguridad para el procesamiento de muestras y cepas relacionadas con el diagnóstico de laboratorio de las neumonías y meningitis por Neisseria meningitidis, Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae.
El presente artículo pretende trazar algunas pautas para mejorar la calidad de vida laboral del trabajo de los empleados, que muchas veces son los menos informados de este proceso, así como las que se puedan presentar en otros actores de la sociedad cercanos a trabajadores de la salud y asociadas a una mala práctica en los laboratorios donde se trabaje con agentes biológicos, especialmente con muestras o cepas que provengan de pacientes con probable meningitis o neumonía bacteriana. La bioseguridad es la aplicación de conocimientos, técnicas y equipamientos para prevenir a personas, laboratorios, áreas hospitalarias y medio ambiente de la exposición a agentes potencialmente infecciosos o considerados de riesgo biológico.
La bioseguridad hospitalaria, a través de medidas científicas organizativas, define las condiciones de contención bajo las cuales los agentes infecciosos deben ser manipulados con el objetivo de confinar el riesgo biológico y reducir la exposición potencial de:
• personal de laboratorio y/o áreas hospitalarias críticas.
• personal de áreas no críticas.
• pacientes y público general, y material de desecho.
• medio ambiente.
Todas esas recomendaciones abarcan propuestas que desde hace años hacemos a fin de corregir y proteger al personal en riesgos en caso de eventuales derramamientos, malos manejos y sobre todo descuido en los usos de elementos que garantizan nuestra seguridad. Los elementos básicos de los que se sirve la seguridad biológica para la contención del riesgo provocado por los agentes infecciosos son tres:
Prácticas de trabajo: Unas prácticas normalizadas de trabajo son el elemento más básico y a la vez el más importante para la protección de cualquier tipo de trabajador. Las personas que por motivos de su actividad laboral están en contacto, más o menos directo, con materiales infectados o agentes infecciosos, deben ser conscientes de los riesgos potenciales que su trabajo encierra y además han de recibir la formación adecuada en las técnicas requeridas para que el manejo de esos materiales biológicos les resulte seguro. Por otro lado, estos procedimientos estandarizados de trabajo deben figurar por escrito y ser actualizados periódicamente.
Equipo de seguridad (o barreras primarias): se incluyen entre las barreras primarias tanto los dispositivos o aparatos que garantizan la seguridad de un proceso como los denominados equipos pantallas faciales, mascarillas, etc).
Diseño y construcción de la instalación (o barreras secundarias): la magnitud de las barreras secundarias dependerá del agente infeccioso en cuestión y de las manipulaciones que con él se realicen. Vendrá determinada por la evaluación de protección personal (guantes, calzado, de riesgos.
 
 
 
                                      
             
             
             
             
             
  
                                 
                                 
                                 
                                 
                                