Aguas residuales urbanas
Le llamamos aguas residuales a las que resultan después de haber sido utilizadas en nuestros domicilios, en las fábricas, en actividades ganaderas, etc. Las aguas residuales aparecen sucias y contaminadas: llevan grasas, detergentes, materia orgánica, residuos de la industria y de los ganados, herbicidas y plaguicidas… y en ocasiones algunas sustancias muy tóxicas. Estas aguas residuales, antes de volver a la naturaleza, deben ser depuradas.
Para ello se conducen a las plantas o estaciones depuradoras, donde se realiza el tratamiento más adecuado para devolver el agua a la naturaleza en las mejores condiciones posibles. Todavía existen muchos pueblos y ciudades de nuestro país que vierten sus aguas residuales directamente a los ríos, sin depurarlas. Esta conducta ha provocado que la mayoría de los seres vivos que vivían en esos ríos hayan desaparecido.
El agua es una sustancia formada por oxígeno e hidrógeno. Es una sustancia muy abundante en la naturaleza. Encontramos agua en mares, ríos, lagos, en las montañas, las nubes, etc. Podemos encontrar agua en tres estados distintos: En estado líquido, en los ríos, lagos, embalses, pozos, mares… En estado sólido, formando la nieve y el hielo, en la cima de las montañas altas y en los polos de la Tierra. El agua se convierte en hielo cuando la temperatura es de cero grados. En estado gaseoso, en forma de vapor de agua, formando las nubes y la niebla. El agua se transforma en gas por evaporación lenta o cuando alcanza los 100 grados de temperatura. Llamamos agua potable al agua que podemos consumir o beber sin que exista peligro para nuestra salud.
El agua potable no debe contener sustancias o microorganismos que puedan provocar enfermedades o perjudicar nuestra salud. ¿Cuánta agua potable hay en la Tierra? Se calcula que en la Tierra hay unos 1.400 millones de km. cúbicos de agua. Solamente el 3% de ese agua es agua dulce, es decir 42 millones de Kms., cúbicos. De todo el agua dulce, el 80% está formando los polos y zonas heladas de la Tierra; el 19% es agua subterránea y el 0,7% está formando parte de la atmósfera. El agua dulce disponible en ríos y lagos es el 0,3% del total.
Es una cantidad escasa para toda la humanidad, por lo que es necesario conservarla y evitar su contaminación, si queremos que la vida continúe sobre este maravilloso planeta. Por eso, antes de que el agua llegue a nuestras casas, es necesario que sea tratado en una planta potabilizadora.
En estos lugares se limpia el agua y se trata hasta que está en condiciones adecuadas para el consumo humano. Desde las plantas potabilizadoras, el agua es enviada hacia nuestras casas a través de una red de tuberías que llamamos red de abastecimiento o red de distribución de agua. ¿Qué tratamientos recibe el agua en la planta potabilizadora? Para que el agua que captamos en embalses, pozos, lagos, etc., sea adecuada para el consumo humano, es necesario tratarla convenientemente para hacerla potable. Este proceso se denomina potabilización y se realiza en las plantas potabilizadoras. Existen diferentes métodos y tecnologías de potabilización, aunque todos ellos constan, más o menos, de las siguientes etapas: precloración y floculación.