Opinión

Ecologicas

<P>Ecologicas</P>

Querer establecer contradicciones entre ambos términos es muy difícil a la hora de evaluar la realidad por la que atraviesa el mundo de hoy. La contaminación de la atmósfera se ha incrementado notablemente en los últimos años y constituye uno de los problemas más serios que enfrenta el ser humano. Ya no es una ocasión circunscripta a algunos lugares, el viento se ha encargado de convertirlo en un problema global.  El problema de la contaminación atmosférica comenzó hace aproximadamente 200 años con la Revolución Industrial.

 Hoy, el humo expulsado de los autos, los procesos industriales y los sistemas de calefacción se juntan para contaminar el aire que respiramos provocando una gran parte de las enfermedades respiratorias que hallamos en las grandes ciudades.

Todas las grandes ciudades tienen niveles de contaminación insoportables. Cinco son los lugares que más llaman la atención: Pekín, Ciudad de México, Río de Janeiro, Seúl y Shangai, sin embargo, la mayoría de las ciudades tienen problemas en cuanto a la polución atmosférica.

En 1998, se llegó a la conclusión que más de 600 millones de personas viven en zonas urbanas en las que los niveles permitidos de dióxido de azufre son superados. Estar al frente de esos ministerios de medio ambiente en esas urbes debe ser algo complicado, pero por la tradición que muchas naciones poseen en su accionar ambiental se hace fácil emprender acciones para enfrentar la contaminación. Para complicar aún más el proceso encontramos informes que indican que “Un reciente informe de la European Environment Agency dice que el 80% de las 105 ciudades más grandes europeas sobrepasan el nivel tolerable de contaminantes”. Y además nos  indican que “el grupo más vulnerable está formado por niños, ancianos y quienes padecen dolencias bronquiales, problemas respiratorios crónicos y bronquitis”.

Solo El monóxido y el dióxido de nitrógeno que se elimina al quemar combustibles fósiles a través del escape de los vehículos, intervienen en la formación de lluvia ácida, la cual se produce cuando los gases de nitrógeno y azufre se mezclan con el vapor de agua formando ácido sulfúrico y nítrico. Esta lluvia perjudica el suelo y el agua. Estos óxidos de nitrógeno participan, también, en la producción de la llamada bruma fotoquímica, más conocida popularmente como “smog”.

El smog produce irritación en los ojos, además de dificultades respiratorias y daños a árboles y a las cosechas. Pero cómo contribuir con el proceso de hacer más llevadera nuestra vida en estos momentos de contaminación que ciertamente no se van a detener por el momento. Utilice materiales aislantes en techos y paredes medianeras y evite las corrientes de aire en invierno. Asegúrese de que bombillas y tubos de luz, estufas, ventiladores y acondicionadores estén apagados cuando las habitaciones se encuentren vacías.

Tome el autobús. Este medio de transporte puede llevar a casi cien pasajeros con menos combustible que un sólo auto. Un bus ocupa menos espacio que los cien autos que se requieren para llevar a los mismos pasajeros en el caso de que ellos estuvieran conduciendo su vehículo. Evite los viajes cortos en automóvil. La forma más rápida de desperdiciar combustible es subiéndose a su automóvil un día frío para hacer un viaje corto. Use gasolina sin plomo. El plomo es uno de los elementos tóxicos más perniciosos que se liberan al aire, su presencia en la atmósfera aumentó desde que comenzó a introducirse este material en las gasolineras.

El Nacional

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