La nueva política migratoria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha comenzado a dar sus efectos negativos en la economía del país, desde el punto de vista laboral y comercial, con el ausentismo en muchas empresas, tiendas y negocios, así como en la disminución del flujo y del consumo. Así lo pudimos percibir al visitar varios supermercados, específicamente de Walmart en Florida, tiendas como Ross y Buelinton y algunos pequeños restaurantes.
También lo hemos percibido en muchas empresas de mantenimiento que mediante contratos están destinadas a las jardineras de complejos habitacionales y viales, que utilizan con regularidad a inmigrantes mejicanos, haitianos y salvadoreños.
A finales de enero, después de las órdenes ejecutivas de Donald Trump para deportar a personas extranjeras indocumetadas, en situación de asilo temporal, estudiantes y presos o en situación de parol, los supermercados fueron abarrotados por latinos que acudieron en masa para abastecerse y evitar salir a las calles temporalmente hasta esperar si bajaba la marea de persecuciones, lo que va dejando muchos anaqueles vacíos.
A esto se une que muchos empleados no se hayan presentado a sus centros de trabajo y ese ausentismo laboral ha comenzado a sentirse y a tener efectos negativos, como las bajas ventas en pequeños negocios, restaurantes y tiendas, donde se ha notado una baja afluencia de clientes. Igual ha ocurrido con el sistema de taxis, tanto en Nueva York, New Jersey y Florida la queja es generalizada entre los taxistas, que afirman una baja significativa en la demanda de servicios y en la afluencia de personas en calles y avenidas, principalmente en los dos primeros Estados, de influencia demócrata y santuarios de extranjeros irregulares protegidos por las autoridades.
En el caso de las empresas de servicios, ha sido notable la ausencia laboral y la limitación de sus labores, ya que usan mano de obra latina intensiva.
La falta de clientes y la disminución de la demanda de bienes de consumo y servicios, a causa de la política migratoria de Trump, tiene repercusiones económicas que terminarían afectando a las grandes industrias, alimenticias, a las industrias y al sector servicios, y como parte de éste al transporte de mercancías.
Esta situación podría perdurar durante los próximos meses hasta que posibles quejas de empresarios y de países afectados por el gran flujo de deportados se aminore. Cabe señalar que la llegada de elevadas cantidades de nacionales a sus respectivos países desde Estados Unidos es un elemento de presión en la demanda de empleos y, a la falta de colocaciones, esto derive en un mayor incremento del narcotráfico, el robo, la violencia y la delincuencia.