Alfredo Martínez es un nombre común. El apellido Martínez contribuye a engrosar la desusada guía telefónica. Pero el sobrenombre de “El Cañero” es un apodo que sabe a pueblo, que denota un origen humilde; tienen el privilegio de ostentarlo aquellos que perviven echando días, ganándose la vida a pesos arriando caña en nuestros abandonados ingenios.

Ese mote, pronunciando en principio a manera de “broma”, le ha permitido a Alfredo Martínez enganchar en el favor de la población de Santo Domingo Este y forjar una exitosa carrera política, a la par de una pujante carrera empresarial, ocupando por voluntad popular, en la boleta del Partido de la Liberación Dominicana, una curul por tres ocasiones en el Congreso Nacional.

Meses antes y unas cuantas semanas después del infortunio que costó la vida al alcalde Juan de los Santos, El Cañero no se vislumbraba en competencia por la alcaldía del municipio donde abrió los ojos, el más poblado y decisivo bastión electoral para cualquier partido dispuesto a ganar las elecciones de este 15 de mayo.

Es indudable al arraigo del partido morado en esta provincia lo cual se debe en mucho al arduo trabajo desarrollado a favor de la comunidad por Juancito.

Pero Alfredo no se duerme; trabaja sin descanso para asegurar la victoria. Consciente de la transformación del quehacer político, es un candidato de propuestas concretas, necesarias y viables para continuar mejorando los niveles de vida, la seguridad, ampliación de la infraestructura, limpieza y recogida de la basura, y la creación de nuevas fuentes de empleo, sobre todo para la gran masa de jóvenes de brazos cruzados, en su amado municipio.