La exhortación a los cristianos de rebelarse contra la desigualdad social formulada por el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, Francisco Ozoria, se presta a muchas interpretaciones, sobre todo en el actual contexto nacional.
No serán tiempos de empuñar las armas o tirarse a las calles, acciones con las que se relacionaban las rebeliones sociales, pero desde la perspectiva del religioso sí levantar la voz contra las injusticias y el abandono.
Ozoria es el primero en rebelarse con su llamado contra las promesas incumplidas (por las autoridades) a las personas más vulnerables.
El discurso del religioso traduce frustración e indignación cuando recuerda que los cristianos tienen que acercarse a los que sufren, enfermos, discapacitados y personas hundidas en la depresión “cansadas de oír promesas de cambio”.
El mensaje tiene su componente religioso sobre la misión que deben desempeñar quienes siguen la doctrina de Jesús.
Está por ver ahora la actitud que asumirán los cristianos ante la rebeldía contra el actual sistema a que los exhortó monseñor Ozoria. Podría aducirse que se trata de una metáfora, pero no dejaría de ser una de las varias interpretaciones del discurso.