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El Malecón luce abandonado

El Malecón luce abandonado

El Malecón, uno de los lugares turísticos más emblemáticos de la Capital, se encuentra en franca decadencia. El deterioro físico de los edificios, los monumentos y las plazas imprimen al lugar un aspecto de arrabal que no invita a visitarlos y conocer los apasionantes acontecimientos históricos que le dieron origen. Los parques lucen abandonados y sucios, sin el esplendor que les imprimen las abundantes y bien cuidadas áreas verdes.

La iluminación es escasa, porque la mayoría de las lámparas del alumbrado eléctrico están dañadas. Los árboles y las palmeras están en muy mal estado, mientras las aguas negras corren por aceras y contenes, en algunas zonas.

Los parques del Malecón pasaron de ser lugares de recreación y sano esparcimiento a ser usados por mendigos, vendedores ambulantes, drogadictos y prostitutas.  Aguas negras, heces fecales, orines, basura, escombros, caracterizan el ambiente en la mayoría de las plazas y monumentos del Malecón.

El monumento a Fray Antón de Montesinos, construido en honor a uno de los primeros habitantes del Monasterio e Iglesia de la Orden Dominicana, famoso por su defensa a los indios es una afrenta para las autoridades del Ayuntamiento del Distrito Nacional y los ministerios de Cultura y Turismo.

Ese monumento, que debe ser frecuentado por estudiantes de todos los niveles académicos y turistas interesados en conocer la historia del país, es usado como depósito de materiales de construcción y, en consecuencia, está lleno de arena, cemento, adoquines, varillas, tubos para el alcantarillado, camiones y otros equipos pesados. La gigantesca estatua de 150 pies está respaldada por una edificación deteriorada por las filtraciones, el sucio y el agrietamiento de sus paredes y pisos.

La plaza Carlos Gardel, ubicada entre la esquina del Malecón y la calle Carlos Gabriel García, tiene el busto semi destruido, carece de área verde y los bancos necesitan urgente reconstrucción. A unos pocos metros, en las mismas condiciones, se encuentra el monumento levantado en honor al coronel Rafael Fernández Domínguez, héroe de la revolución constitucionalista de abril de 1965.

Fuerte San

Gil, se pierde entre las malezas, las aguas negras y la basura. Esa estructura está semi destruida, sin una placa que le identifique y obligue a los turistas y munícipes a indagar sobre las razones de su existencia.

Rodeado de un ambiente nauseabundo permanece el Obelisco Hembra o Monumento a la Independencia Financiera, un monumento de 20 metros de altura construido en 1994 para rememorar el pago de la deuda externa dominicana a Estados Unidos por el dictador Rafael Leonidas Trujillo.

El abandono se extiende a los negocios ubicados en el Malecón. La mayoría de heladerías, los cines, restaurantes, las pizzerías y otros establecimientos no exhiben el esplendor que debe caracterizar una de las zonas más importantes de la capital dominicana.

A ésto se suma la construcción de varios tarantines que expenden frituras y comidas rápidas frente a la renombrada plaza Güibia. La situación opaca el lujo de los grandes hoteles y restaurantes de la zona.

UN APUNTE

Los autobuses del Malecón

La situación de arrabalización del Malecón de la capital es tan grave y deplorable que, a la altura del Centro de los Héroes, fue levantado un estacionamiento para los autobuses de la Procuraduría General de la República.
Los turistas y munícipes de la zona se encuentran con ese feo espectáculo que significa la existencia de decenas de autobuses estacionados, cuando deciden dar un paseo por el Malecón, a cualquier hora del día o la noche. El hecho pone en evidencia a unas autoridades que aspiran a atraer a 10 millones de turistas.

 

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1- Los escombros, las aguas negras y la basura rodean el Obelisco Hembra y el Fuerte San Gil.

2- En esas condiciones permanece la edificación que alojara al histórico Teatro Agua y Luz, ubicado a pocos pasos del Malecón, en el Centro de los Héroes.

3- Edificaciones y monumentos coloniales abandonados en el Malecón de Santo Domingo.

Pilar Moreno

Periodista de vasta experiencia en el periodismo educativo y político