Con el corazón lacerado por el asesinato el lunes del ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, el presidente Luis Abinader viajó ayer a Los Ángeles, Estados Unidos, para participar en la Novena Cumbre de las Américas, un evento al que como jefe de Estado no podía faltar.

Aunque ocho mandatarios no asistirán a ese encuentro, tres porque el presidente anfitrión, Joe Biden, rehusó invitarlos, otros cuatro en protesta por esa decisión, y un octavo porque contrajo la covid-19, por lo menos uno de los temas de agenda resulta de vital importancia para República Dominicana.

Se tiene previsto que el presidente Abinader aborde en las plenarias y en las mesas técnicas de esa cumbre el tema migratorio sobre el cual Estados Unidos presentará para su discusión un documento que se dice involucra a toda América Latina.

Washington ha conferido prioridad en la Cumbre a lo relacionado con las migraciones por su interés de lograr acuerdos políticos con México, El Salvador, Honduras y Guatemala para contener el flujo de indocumentados que intentan ingresar a Estados Unidos desde el triángulo norte de Centroamérica a través de la frontera mexicana.

La ausencia de los presidentes José Manuel López Obrador, de México, Eduardo Giammattei, de Guatemala, y de Honduras, Xiomara Castro, aleja las posibilidades de que se arribe a un acuerdo de alto nivel encaminado a disminuir las caravanas de indocumentados que emergen desde el istmo centroamericano.

Esta Cumbre de las Américas ha de ser un escenario óptimo para que los pueblos ubicados desde el sur del río Bravo hasta la Patagonia promuevan consenso en el ideal de unidad continental y reclamen de Washington mayor atención y consideración hacia el continente.

Al presidente Luis Abinader le corresponderá renovar el reclamo para que la comunidad internacional acuda en auxilio de Haití, abatido hoy por un abanico de crisis institucional, económica, política, social y de seguridad, con la correspondiente advertencia de que República Dominicana no es ni será una solución al drama haitiano.

La misma preocupación que tiene Estados Unidos sobre el flujo de indocumentados que aflora desde Centroamérica, lo tiene el Gobierno dominicano en torno al descontrol migratorio que se produce a través de la frontera con Haití. De eso se tiene que hablar en la Cumbre de las Américas.