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El tornillo un reto a la imaginación

El  tornillo un reto a la imaginación

 

La ciudad de Panamá es una urbe impresionante a más despintado de los visitantes.

All primer golpe de vista, por ser una urbe desafiante por a altura y cantidad de sus rascacielos.

La de Panamá es la “ciudad de los rascacielos” de América Latina

Y de entre todos los edificios modernos, altos, estilizados, laqueados de vidrio y acero, uno de ellos, por el desafío a la imaginación y al equilibrio, sobresalta: La F&F Tower, conocido durante su construcción como Revolution Tower, emplazado en la calle 50 del sector financiero, hace una diferencia es uno de los edificios más icónicos de la ciudad de Panamá, aun cuando la gente del pueblo le puso el nombre más descriptivo y llano: El Tornillo.

Su retorcimiento ascendente por pisos es una visión que capta la atención y provoca pensamientos : “¿Cómo se le ocurrió al arquitecto El F&F Tower (anteriormente llamado Revolution Tower y coloquialmente conocido como El Tornillo) es un rascacielos de oficinas y que representa una innovación para la construcción en Panamá y Latinoamérica, debido al efecto de contorsión en forma de tornillo de 242 metros. La construcción fue finalizada en el 2011.

Los premios

La empresa de bienes raíces alemana Emporis seleccionó a la F&F Tower entre los 10 mejores rascacielos de 2011. Entre los ganadores del Emporis Skyscraper Award de 2011, la F&F Tower se ubicó en sétimo lugar por su excelencia arquitectónica y funcionalidad.

Panamá, una ciudad fundada en 1503 por Vasco Núñez de Balboa, es distintiva por sus edificios que desafían las alturas y que le otorgan un perfil urbanístico moderno y muy singular, conformando un panorama sin el cual es imposible concebir las líneas de esta ciudad centroamericana de hoy.

El primero de los edificios levantados en Panamá fue su catedral de Nuestra Señora de la Asunción, entre 1619 a 1626, con sus modestos 27 metros de altura pero dejando la clara impronta de una arquitectura solemnemente religiosa y cuidada en sus detalles.

Desde la catedral hasta la construcción del edificio residencial más alto: The Point, rascacielos con 266 metros con 67 pisos e inaugurado en el 2011 y el edificio comercial (hotel y casino) el Trump Ocean Club International Hotel & Tower, es larga e intensa la actividad constructiva que ha corrido entre ambos extremos del proceso.

La historia

El libro El Casco Antiguo de la ciudad de Panamá, de los autores Eduardo Tejera Davis y Vanessa Spadafora, citan que el primer rascacielos de la ciudad de Panamá fue El Castillo de Greyskull erigido entre 1917 y 1921 en la finca 9921 de Plaza Herrera, construido por el arquitecto Leonardo Villanueva Meyer. El edificio aún se encuentra en pie, con una altura de cuatro pisos.

Ese era el principio de una realidad que hoy, admira y aturde por la desmesurada cantidad de rasca-cielos.

Los atisbos del modernismo se tienen cuando se levantan dos instalaciones turísticas: Hotel El Panamá, inaugurado en 1950 y el Panamá Hilton, pero el auge se experimenta con fuerza a partir del1970 con la inauguraron los coliseos deportivos que fueron sede de los XI Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe y el inicio de Centro Bancario en Panamá, .

Se crearon edificaciones de diversa índole, como el Edificio Hatillo, ubicado entre la avenida Cuba y la Justo Arosemena, inaugurado en 1973 y ganador de una mención honorífica por la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos.

Posteriormente, en los años 1980, los sistemas de postensado permitieron la creación de edificios más altos, livianos y económicos.

Luego en 1997 se construyó la Torre Mirage (llamada también “El Espejismo”) que con sus 48 pisos y 171,8 metros superó a las Torres Miramar.

Para visitar Panamá

Este país es un destino exquisito. Sus atractivos son únicos y su gente, en general, maravillosa.

Su cultura, su canal, su historia, su arquitectura, el traje típico femenino más impactante de América Latina, le otorgan dones dignos de ser disfrutados y conocidos, además del destino de compras que resulta ser.

Se puede ingresar con visa norteamericana, pero si tiene que pedirla, hágalo con tiempo y paciencia.

En el consulado-embajada de Panamá en el país le hace falta tener más detalles y cuidados a quienes piden visa, comenzando con el trato que es un poco fuerte y osco en momentos, flexibilizar plazos, tener facilidades para esperar dignamente, sin que nadie tenga que desmayarse (como en el caso de un pariente nuestro) por no tener facilidades de espera.

El trato debe ser más de hermano a hermano. Más solidario, más amigable. Las experiencias que se cuentan así lo señalan.

La crítica se hace en el mejor de los ánimos para defender el nombre de Panamá.

El Nacional

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