A mi amigo Alain Sebastián no le extraña la presencia de los libros. Tiene cuatro años y cuando nos juntamos en el parque Mirador Sur a corretear seguimos las corrientes hasta que nuestros huesos piden un por favor. Yo lo llamo “Milord”. Hace unos días fui a su casa a llevarle unos textos para que Milord y su madre, Simona Pytlová, se diviertan con la lectura. Cuando llegué, con la funda llena, le dije:
–Milord, mira lo que te traje: ¡libros!
— ¿Libros?
Y, a toda velocidad, metió la mano izquierda en la funda y me preguntó:
– ¿De qué tratan?
– ¡De dinosaurios!
– ¿Dinosaurios? Y ¿Qué más?
– ¡Serpientes!
– ¿Serpientes? Y ¿Qué otra cosa?
– ¡Ríos!
– ¿Ríos? ¿Con agua?
Milord sacó el último libro, “El triunfo de los cuatro ases”, la novela infantil y juvenil que acaba de publicar Avelino Stanley.
— ¿Este también trata sobre dinosaurios? – preguntó.
—El tema es grueso como si fuera un dinosaurio. Pero tú lo vas a entender cuando crezcas un poco más –le dije con una sonrisa de apuros.
Le llevé ese libro a Milord porque la lectura me motivó. Es que, en materia de la elección del tema, el autor fue certero en el lugar y en el tiempo.
La novela trata sobre el acoso en las escuelas conocido como “bullying”. En ciento cinco páginas, Avelino desarrolla 19 capítulos, lo que significa unas cinco páginas por capítulo, con tres párrafos en cada página y, al final de los capítulos, un estímulo para el descanso del lector llamado “El mural”.
El gran acierto de esta obra, desde mi punto de vista, es que el tema del acoso está tratado en un entorno que se le siente el sabor de lo dominicano. El área geográfica en la que se ubica y desarrolla el tema es un centro de estudios dominicano. La problemática y los personajes se ajustan de manera estricta a las situaciones emocionales y a la interacción de la escuela dominicana, a nuestros barrios, donde se eleva el potencial sicosocial de la obra. Es justamente esto lo que la coloca en el corazón familiar.
Avelino le ha puesto la luz de su mirada al tema. El acoso escolar, como problemática está tratado científicamente, y como obra literaria está concebido desde el punto de vista de la ficción. La obra expone las causas del mal y la forma de cómo debe ser enfrentado según el método Kiva, recién creado por los finlandeses. Jenny Montero, escritora y crítica literaria, en la presentación de “El triunfo de los cuatro ases”, afirmó que “El marco narrativo es impecable…”.
En la lectura de la obra se siente lo bien llevada que está tanto la estructura o forma como el fondo. En el tema desarrollado los personajes encarnan con los papeles que les toca desempeñar en la trama, con sus relaciones, con sus gestos y con su accionar. Se trata de una problemática que cada uno de los personajes parece llevar en la esencia de su conducta, y así circulan cada uno de los momentos que se van desarrollando a través de toda la obra; por esa razón los caracteres de los personajes se ajustan a las necesidades de lo tratado.
Stanley es uno de los autores nacionales más leídos del país en los actuales momentos. Y también trabaja con gran acierto la literatura infantil y juvenil; en este subgénero tiene tres libros de cuentos y cuatro novelas.
“El triunfo de los cuatro Ases”, su obra número 21, es exactamente lo que el sistema educativo nacional estaba esperando para evitar que muchos jóvenes vayan a tener con sus vidas a los bares y a las cantinas. Los profesores no pueden decir ahora que no saben cómo enfrentar el tema; y los estudiantes, los acosados, los acosadores, y más importante que esos dos frentes, los espectadores, no pueden presentar la ignorancia como excusa.
Para desmontar los casos de acoso escolar, en la novela se expone la responsabilidad de cada uno de los actores, se exhibe una metodología para encontrar soluciones y, más que ninguna otra cosa, muestra el potencial que pueden representar los conflictos en cada uno de los pasos.
La lectura de la obra, apta para niños y niñas a partir de los once años, generara una serie de potenciales, entre los cuales, tres de ellos, pueden calificarse como fundamentales. Esos potenciales son:
1. Al leer la obra, los estudiantes pueden intuir y aprender a usar el arte como método para solucionar los conflictos: un aporte maravilloso para la tanda extendida.
2. Al leer la obra, los estudiantes pueden intuir y aprender cómo, a través de los conflictos, descubren sus vocaciones, encuentran el camino que los lleve a saber qué harán con sus vidas, dilema que representa el mayor desafío del sistema escolar.
3. Al leer la obra, los estudiantes pueden intuir y aprender a usar y a respetar los métodos científicos, cuyo potencial posibilita encontrar las mejores soluciones y la convivencia pacífica.