Opinión

Elecciones tranquilas

Elecciones tranquilas

Pedro Castro

A propósito de las elecciones municipales extraordinarias que se celebran este domingo 15 de marzo, vamos todos a cumplir con el deber, para elegir alcaldes, regidores, directores de los Distritos Municipales y vocales. Quiero pedirle a los líderes políticos, candidatos a cargos electivos unas elecciones tranquilas, transparentes y sin traumas, porque ante todo el país está primero.

Unas elecciones donde se va a ganar o a perder, donde los perdedores no aleguen fraude ni triquiñuelas, donde no se ponga en peligro la democracia y se estanque el país.

Quiero unas elecciones sin delitos ni crímenes electorales para que demostremos al mundo que vivimos en un país civilizado.

Quiero unas elecciones sin protestas en la Plaza de la Bandera ni cacelorazos en los sectores de clase media, sin periodistas queriendo ser Presidentes de la República, y comunicadores que han perdido su horizonte tomando partida en asuntos meramente políticos y perdiendo la temática para lo que fue creado su programa.

Es más que suficiente lo que ha ocurrido post las frustradas elecciones del 16 de febrero pasado, donde la Junta Central Electoral (JCE) no supo manejar esa grave situación y metió al país en un tremendo lío que se le pegó al Gobierno y que se tuvo que pedir la intervención de la Organización de Estado Americanos (OEA).

Se imaginan ustedes si volvemos a caer nuevamente en situaciones parecidas a las del 16 de febrero, por lo que os ruego que aceptemos los resultados cual que sean, bajo el compromiso de que el que perdió perdió y el que ganó ganó. Quiero unos resultados a tiempo , sin ninguna preocupación ni alegatos de la parte perdedora, sin desvelar a nuestro núcleo familiar.

Tenemos que velar por la estabilidad de esta nación fundada por Juan Pablo Duarte, Matías Ramón Mella, Francisco del Rosario Sánchez y los demás patriotas que integraron la sociedad secreta La Trinitaria.

Si fuese necesario, la JCE que se arme de valor, carácter y decisión para adoptar las medidas requeridas para seguir siendo la República Dominicana que anhelamos y no repetir la historia del 16 de febrero pasado