Desde su inicio, “Ella y Tú” nos atrapa relajándonos, con una copa de buen vino narrativo, y nos empapa de lluvia, con pasión. En esta obra, de portada seductora, Peralta Romero nos sugiere un contrapunteo capitular, de 19 acápites, muy bien alternados, para contarnos las historias de las que se compone está novela, que con magistral estilo literario y suspicacia criolla nos dibuja la realidad posmoderna, la sociedad de hoy, la realidad de muchas parejas de carne y hueso, que viven y desviven amándose y desamándose, intentando ser felices a su manera.
Una dedicatoria sumamente sugestiva, nos introduce la historia pasional, cuyo eje es la mujer, con cierto tono femenino, dándole preponderancia y valía a la voz, al pensar y al sentir de la mujer; parecería una obra pensada para las mujeres, pero que puede enseñarle tanto a los hombres sobre ellas, las mujeres, en especiales las amantes, o mejor dicho, las mujeres que aman, que son, entonces todas las mujeres.
El drama empieza con Amado, el amante, que luego pasa a ser un personaje referencial /de fondo, del que se habla, pero que no actúa y va surgiendo la figura del esposo, Filipo, que se va fortaleciendo mientras se desarrolla la novela, exhibiendo todas sus debilidades, oscuridades, manías, etc. Este podría ser el antihéroe ideal de la novela. Un personaje rico en características, fallos, gustos y preferencias.Este mamotreto de esposo, victimario, y víctima, a la vez, de su forma de ser, es el típico personaje para sacarle partido literario y actoral.
Y la novela es un drama que el autor monta en la mente y la imaginación de cada lector.
Como buen narrador, Peralta Romero, nos va dando pistas sobre la trama y los personajes, de manera paulatina, para irnos adentrándonos en el mundo creado por él, poniéndonos en frente de un espejo, una realidad ficticia, para reflexionar, no sin divertirnos, pues ese es el fin primario de la literatura lúdica.
Intercalando diálogos y párrafos narrativos, deja a sus personajes actuar, pues estos exhiben una soltura y naturalidad, a lo dominicano de hoy, y por las acciones y el desenvolvimiento hacen que este drama fluya con picardía, erotismo y credibilidad, sin jamás caer en lo grosero o lo procaz, ya que se orilla lo poético para realzar todo lo escritural con que se forja la novela.
¿A cuántos de nosotros no nos ha pasado… que alguien ha rondado nuestra vida y nosotros la del, formando parte de ese imaginario sensual, a veces inalcanzable o prohibido, por razones y circunstancias de cualquier índole? ¡Es la vida! Y esto es lo que retrata muy bien el autor, con su estilo directo, sin ambigüedades, pero sorprendiéndonos, a ratos, por los giros que toma la historia o por el decir de los personajes y su actuar.
En ella, el autor nos dibuja a una mujer que, no obstante de estar atrapada en una mala relación, sin satisfacción alguna, y víctima de abandono y desamor, en sequía total de placer, decide buscar su felicidad, sin importar convencionalismos ni ataduras. Nos pinta también, la cobardía de no retener ese amor logrado por acomodamientos y temores,por dudas e imperfecciones.
Escrita con riqueza imaginativa, realismo certero y finura narrativa, es el decir caballeroso, pero suelto, audaz y atrevido, salpicado de abundante erotismo, pero sin exceso; todo narrado y platicado con naturalidad y madurez por los personajes sin caer en la vulgaridad o en los excesos. Un acendrado y acertado erotismo realista y posmoderno, sin mojigatería, en el que las escenas claves acontecen, como en la realidad, a plena luz, es decir sin apagarla y disfrutando de los gemidos, como música de fondo. Y la clave es el estilo, la manera de cómo nos cuentan la historia. Cuan enaltecido y elegante es el decir literario y los recursos y técnicas que utiliza.
Además de ubicarnos geográficamente en Santo Domingo, con sus lugares específicos, refranes, frases, modismos y tradiciones criollas, las referencias al beisbol, en boca de los personajes y del mismo narrador, pasando de la oralidad y la tradición a la literatura; así, lo local lo torna universal, al hacerlo literario. Es que el autor no tiene mistiquezas en su decir y va más allá, usando boleros para ambientarnos en la atmósfera de este drama pasional.
Para finalizar, les diré, que esta divertida novela, profundamente humana, de fácil lectura, es también un manual para darle un vistazo a las parejas disparejas e insatisfechas, a las familias tristemente disfuncionales, y, seriamente, un manual apropiado para el buen sexo entre parejas de sexo contrarios que quieran vivir a plenitud, como seguro su autor y quien les habla, hemos sabido alcanzar. Y esto lo digo sin tapujos y sin temor a las críticas, pues para escribir hay que vivir.
Les invito a leer esta obra de arte, referencial para cada uno de los que, si no lo han logrado, deseen alcanzar su felicidad, hombres y mujeres. Pues “Ella y Tú” nos deleita, nos guía y nos enseña, de una manera desnuda y clara a no ser mojigatos en la búsqueda de nuestra plenitud de adultos, pues en ella el autor, nos presenta qué no hacer y qué hacer para ello.
Cada quien hará su propia lectura, esta es la mía.