Policía
Durante una mala actuación policial, el pasado viernes, una patrulla policial ultimó al joven Deivi Darinel Vicioso. Tenía tan sólo 23 años de edad. Los vecinos y familiares insisten en que fue abatido cuando se encontraba en una banca de lotería y se produjo un enfrentamiento con delincuentes que eran perseguidos por agentes policiales quienes desde un principio han sido identificados por vecinos del lugar de la refriega.

Lo más dramático de este hecho sangriento que ha provocado indignación pública es que Deivi abrió sus brazos en medio de la balacera para evitar ser ultimado.

El policía aun así le disparó. Peor que todo eso es que tras el asesinato, los policías quisieron evadir su responsabilidad en el hecho y la institución le acompañó en esa aventura.

Quisieron decir que la víctima estaba armada. Que era parte del grupo que perseguían. Si no hubiese sido porque varios se arriesgaron a filmar con sus teléfonos móviles, Deivi hubiese sido sepultado como doble víctima. En lo particular me ha indignado que los agentes policiales dispararan contra el joven con los brazos levantados.

Me ha indignado, como a los residentes del barrio, que la Policía intentase cambiar la versión de los hechos. Allí los testimonios hablan de que ese jovencito era un muchacho tranquilo que no se metía con nadie.

En el barrio lo han llorado por la forma en que murió. Lo lloran por su condición. Lo hacen porque los agentes policiales actuantes tienen sus historias.

Lo lloran porque están cansados de los elementos del robo y de las drogas.

La indignación por esta situación, junto a la vinculación policial con la actividad delictiva llevó a una movilización hasta el propio palacio de justicia para pedir sanciones. Por suerte las autoridades policiales dicen que investigan el suceso, pero no identifican a los policías que el barrio mencionó en los medios de comunicación. ¡Qué mal ejemplo!.

El Yaque

Son visibles. Se ve a lo lejos una gran cantidad de plásticos en la ribera del Yaque del Norte a su paso por Jarabacoa y Santiago. Esto junto a la extracción de materiales empequeñecen este importante y vital caudal. Ante esa conocida realidad, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales junto a diversas instituciones realizó una jornada de limpieza el pasado fin de semana. Lo criticable de esa acción es que no fuese incluyente.

Pese a los aislados esfuerzos el liderazgo local no acaba de entender que como vaya el Yaque irá Santiago y la región. Los esfuerzos por mantenerlo vivo son mínimos y los recursos que este genera inmensos. El liderazgo local no comprende, no provoca solución ante la agresión del río. Las instituciones sociales y empresariales tienen un reto. O salvamos el Yaque o nos quedamos sin alimentos y agua.