Rafael Bello Andino, quien murió ayer a los 95 años de edad, era de los escasos sobrevivientes del llamado anillo palaciego que rodeó al expresidente Joaquín Balaguer.
Además de tranquilo Bello Andino era la vía más expedita para las negociaciones de la oposición y de sectores de poder en las ocasiones en que Balaguer ejerció la presidencia.
Como secretario personal del extinto caudillo acumuló muchas informaciones confidenciales que al parecer jamás se sabrán. Era una persona cordial y caballerosa, pero dueño de un hermetismo que rayaba en el misterio.
En ocasiones se le relacionó con algunos escándalos, que, sin embargo, no lo indispusieron con el entonces mandatario, como cuando fue relevado de la Secretaría de la Presidencia y designado en Industria y Comercio. Además de padecer Parkinson, murió en Corazones Unidos de distintas complicaciones.