Lex malla lex nulla

¿Qué hace una ley justa? Que sea justa con todos, nunca lo más justa posible ya que entonces puede ser atacada por aquellos perjudicados y contando que la justicia funcione. Ejemplos de ataques por una mala ley es lo que está pasando en Francia con el movimiento Nuit debout (Noche en pie) que sigue ganando fuerza y seguidores. Su objetivo es combatir la reforma al código laboral francés o ley de Komri (por el nombre de la ministra de Trabajo, Myriam el Khomri).

La propuesta para transformar la Ley del Trabajo plantea, entre otras cosas, que se mantenga la jornada de 35 horas laborales a la semana, pero que las empresas organicen calendarios alternativos en temporada alta, para ampliar los turnos a 48 horas semanales y 12 horas al día, sin el pago de horas extras, sino que se otorguen más horas de descanso al trabajador.

Una ley no puede ser justa cuando el 70% de la población va en contra de esta y mientras el 65% desea que el plan sea modificado en profundidad. La opinión general entre los sindicatos y los ciudadanos es que este proyecto causará mas problemas que soluciones.

A pesar de las modificaciones que el Gobierno de François Hollande realizó al proyecto de ley para evitar el rechazo pleno ante el Consejo de Ministros y el Parlamento, la movilización masiva en varias ciudades de Francia no ha cesado. Los ciudadanos claman que se descarte por completo el proyecto.

La sociedad francesa está dando un ejemplo de que cuando el gobierno propone ideas que la sociedad siente que perderá más de lo que ganará, y los ciudadanos son tratados como simples instrumentos, se levanta y demuestra que tiene voz y opinión. Si un proyecto no le gusta, lo rechaza. El proceso da vigencia al mensaje de Etiene de la Boetie en su “Discurso de la servidumbre voluntaria”, cuando afirmaba que “Los tiranos son grandes porque nosotros estamos arrodillados”.