Opinión

Expectativas

Expectativas

A estas alturas los estadounidenses todavía ejercen su derecho al voto en uno de los procesos no solo más carentes de contenido, sino por la elevada temperatura que adquirió en la medida que se acercaba el conteo regresivo, además de la inquietud que ha generado dentro y fuera de Estados Unidos. A diferencia de otros tiempos, tal parece que en los resultados podría estar en juego la suerte del planeta.

Las elecciones presidenciales en Estados Unidos históricamente han generado una ardiente pasión. Quizás no sea para tanto, pero tampoco para menos tomando en cuenta que se trata de la nación más poderosa del planeta, cuyos tentáculos políticos y económicos llegan hasta todos los rincones. Pero en estas votaciones en que el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton se disputan el favor del electorado, el calor ha cobrado más intensidad.

Los estadounidenses han tenido tiempo más que suficiente para ponderar el discurso de cada uno de los candidatos. Trump ha sido duramente criticado por el lenguaje de odio que ha utilizado en su campaña, así como por propuestas que podrían alterar el equilibrio mundial, pero Hillary también ha sido cuestionada por su indecisión frente a conflictos internos y externos que exigen respuestas de Estados Unidos.

Se habla mucho de que ante dos candidatos tan vulnerables los electores están en la disyuntiva de escoger el menor de los males. Y esa en modo alguno puede ser la actitud de los votantes. Tienen que decidirse por quien garantiza seguridad, prosperidad, respeto y armonía, manteniendo siempre en alto esa bandera de la tolerancia que ha alimentado el sueño americano, que es una realidad y no un mito.

Es posible que una de las prioridades del sucesor de Barack Obama en la Casa Blanca sea cerrar las heridas dejadas por el actual proceso. Aunque no al extremo de poner en juego la estabilidad del sistema, los ataques e insinuaciones personales han generado mucha preocupación. Y en verdad no se recuerda otro proceso como este que culmina hoy con la elección del próximo mandamás de Estados Unidos con parecida descarga de una artillería tan pesada.

Los dominicanos, que han sufrido la humillación de dos ocupaciones estadounidenses, hacen votos para que el ganador sea el que más convenga tanto a los residentes en Estados Unidos como al resto de las naciones, sin importar su filiación partidaria. Todos saben que el mundo necesita paz, no guerra, y solidaridad en lugar de odio. Y como dijo César al cruzar el Rubicón, en Estados Unidos “la suerte está echada”.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación