Los dominicanos desean y merecen celebrar las festividades de Nochebuena y Navidad en completa paz y armonía, cobijados en la esperanza de un futuro mejor en el que puedan alcanzar el significado de redención que tiene para la humanidad el nacimiento del Niño Jesús.

Esas conmemoraciones, asociadas a los más sublimes anhelos de convivencia, amor, justicia, solidaridad, compasión y perdón, resultan propicias para que los ciudadanos procuren alejarse del pretérito y enfocarse en el camino que conduce a una sociedad basada en equidad y valores.

A pesar de los pesares, la economía dominicana se mantiene sobre el carril del progreso y avanza en la dirección correcta, con un crecimiento previsto superior al 5% del PIB en 2014, aunque con difíciles retos que cumplir, como conjurar la crisis eléctrica y reorientar la administración tributaria.

En tan singular ocasión, la familia se reúne o se reencuentra esta noche para festejar la llegada desde el vientre inmaculado de María, del Hijo de Dios, que ha nacido en Belén con la misión de redimir el pecado de la humanidad.

No olvidéis esta noche orar al Altísimo por la redención de casi cuatro millones de compatriotas que todavía malviven encerrados en feudos de pobreza, la mayoría de los cuales sufren azotes de hambre, miseria y marginalidad.

Las más acendradas aspiraciones humanas, como justicia, equidad, seguridad ciudadana, transparencia, no podrían lograrse si no se lucha por su consecución desde la fortaleza de la familia, el más fuerte bastión para combatir y seguro resguardo ante adversidades.

Los gobernantes deberían aprovechar Nochebuena y Navidad como útil espacio de reflexión e introspección para que alcancen a entender la sagrada misión que el pueblo ha puesto sobre sus hombros, que no es otra que la de gobernar con transparencia, eficiencia y honradez en favor del bien común.

El Nacional aprovecha la ocasión para enviar cálidas felicitaciones a sus lectores, anunciantes y a todo el pueblo dominicano, con fervientes votos de salud y prosperidad. ¡Felices Pascuas!