En la década de los ochenta, el gobierno cubano dispuso que los casos sospechosos o diagnosticados con VIH, fueran aislados de sus familiares y de la sociedad. Aunque disfrutaban de alojamiento, alimentación y atención médica, su reclusión en la llamada finca de «Los Cocos», era un procedimiento contrario a las normas de salud pública y una violación a los derechos humanos.
No solo las personas sospechosas o viviendo con VIH sufrieron vejámenes, sino también los homosexuales quienes fueron perseguidos y encarcelados bajo la consigna de que «La revolución no entra por el culo». Era una época de muchas restricciones, pues también se prohibió por subversiva, la difusión de la música de los Beatles. Los comités de defensa de la revolución eran quienes identificaban eficientemente a los llamados «parásitos».
Curiosamente, la mayoría de los casos de VIH, resultaron ser soldados internacionalistas que combatieron en África, donde contrajeron la infección. Las delegaciones cubanas que asistían a los congresos justificaron la medida alegando que el país era una sociedad cerrada, donde se conocía el comportamiento de cada individuo, además, ofrecían a los pacientes, la mejor atención medica en todo el hemisferio.
A finales de los 90, las estrategias cambiaron; se abolió el aislamiento y se adoptaron nuevas estrategias recomendadas por Naciones Unidas. En el 2002 se celebró en Cuba una conferencia internacional, Fidel subió al auditorio para dar la bienvenida.
Uno de los participantes gritó: – Comandante, unas palabritas. -Ay mi madre! Fidel se tiró un discurso de tres horas, pasando por la olla arrocera hasta los bombillos led.
Los que hoy visitan Cuba se encontrarán con una estatua en honor a John Lenon; a los gais no se les molesta, y Mariela Castro, -hija del Presidente Raúl- , asesorada por técnicos dominicanos, dirige un Centro de Sexualidad de mucho prestigio, que aboga no solo contra la discriminación, sino que también allí, las personas trans reciben gratuitamente hormonas y cirugías de re-asignación de sexo.
Cuba siempre mantuvo bajas tasa de sida, fue el primer país en eliminar la transmisión madre-hijo y con Fidel en vida, se lograron cambios transcendentales en el trato a las minorías sexuales.