Una gran noche
Cada vez que pongo en circulación un tomo de mi libro “Grandes Dominicanos”, regreso a mi hogar con más razones de continuar haciendo mi trabajo, que es resaltar en vida a las personas que con su ardua labor nos demuestran lo orgulloso que debemos sentirnos de ser dominicanos.

Otra de las razones que me siguen motivando a escribir este libro, es que cuando se hace la convocatoria para la puesta en circulación, veo que mis amigos siempre acuden al llamado y me brindan su apoyo con su presencia en esa noche, algo que agradezco infinitamente a Dios.

Enfatizo sobre el apoyo porque todos sabemos lo agitado que va el mundo y el ritmo de vida que lleva cada ser humano, por lo que el hecho de una persona sacar tiempo para asistir a la actividad, sin importar cualquier otro compromiso, es bueno agradecerlo.

Además de que me hace sentir muy bien porque sé que he cosechado grandes amistades.

Una de esas personas que siempre ha estado ahí para apoyarme sin importar su complicada agenda, es el científico de los negocios don Pepín Corripio. Usted no tiene que ser allegado de Pepín para saber que su día a día debe ser muy complicado y lleno de compromisos. Sin embargo, cada vez que le extendemos la invitación para que presente mi obra él nunca me ha dicho un no.

Por lo que para la presentación del tomo XXIV no fue la excepción recibir su apoyo. Presentó mi obra y nos acompañó toda la noche junto a los demás integrantes de la mesa de honor que fueron: Niní Cáffaro; el presidente de Acroarte, Alexis Beltré; el oftalmólogo Arnaldo Espaillat Matos; el doctor Pablo Mateo y mi esposa Vane Grey Ramírez, y la destacada comunicadora con una excelente maestría de ceremonias Wanda Sánchez, quien actualmente es la secretaria general de Acroarte.

Destacar además el respaldo que recibí de las 32 personalidades reconocidas, las cuales siempre estuvieron dispuesta y acomodaron sus agendas para recibirme y realizar unas entrevistas dignas para ustedes, al excelente y mago de los grandes eventos, Wladimir Lendof por el hermoso montaje que adornaron la sala Aida Bonnelly de Diaz del Teatro Nacional y a mi adorada nieta Marian Grey quien me hizo el honor de presentarme.