Editorial Opinión

Genuflexión versus dignidad

Genuflexión versus dignidad

El Partido Revolucionario Moderno (PRM) anunció el martes que solicitó a la embajada de Estados Unidos y a otras instituciones la depuración de la lista de miembros aspirantes a candidaturas congresuales y municipales, a los fines de determinar si algunos poseen algún prontuario delictivo.

Rubén Jiménez Bichara, miembro del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), reveló por su lado a la periodista Consuelo Despradel que esa organización también incluye a esa legación diplomática entre las instituciones a las que le pide “depurar” su listado de miembros, lo que considera “algo normal”.

Ahora se sabe que al menos dos partidos políticos que dirigen o han dirigido al Estado, utilizan servicios del gobierno de Estados Unidos para determinar si en sus filas cohabitan personas con perfiles delincuenciales, aunque la Constitución dominicana no reconoce esa calidad a ninguna nación extranjera.

También te podría interesar: Agua limpia

Se ignora si la embajada de Estados Unidos ha atendido el confeso pedimento del PRM y PLD, de identificar a miembros de esas organizaciones que tendrían colisión con la ley penal aquí o allá, y si cualquier confidencia al respecto obra de manera automática con la inhabilitación del militante o dirigente señalado.

Es verdad que se han derribado barreras jurídicas en torno a la persecución de crímenes como narcotráfico, terrorismo, trata de personas y lavado de dinero, pero esa cooperación internacional se produce entre autoridades del orden judicial, nunca como entes de depuración del historial de personas en particular.

Los partidos políticos, como instituciones que reciben recursos estatales, pueden recurrir a dependencias oficiales relacionadas con la prevención o persecución de crímenes y delitos para establecer si militantes o dirigentes estarían en colisión con la ley penal, pero carecen de autoridad para reclamar ayuda foránea.

La cooperación jurídica entre Estados se promueve a través de sus instituciones oficiales y por vía de sus cancillerías o embajadas, y no de manera directa con entidades partidarias o corporativas, por lo que se duda mucho que la legación estadounidense obtempere pedidos del PRM y PLD de revisar posible historial delictuoso de sus miembros.

Ahora se entiende porque el sistema democrático ha perdido confianza y aprecio en la ciudadania, como lo revela el informe de Latinobarómetro, porque los primeros en despreciar la esencia de la democracia, que es la independencia y la soberanía, han sido propios partidos políticos que prefieren genuflexión antes que dignidad.

El Nacional

La Voz de Todos