Estos mamíferos del orden de los proboscidios son los animales terrestres más grande que viven hasta ahora en la Tierra, pueden alcanzar hasta cuatro metros de altura y pesar hasta 15 mil libras, aunque se conoce el caso de un macho que llegó a pesar 20 mil libras.

Su sobrevivencia ha sido controversial porque, aunque hay vestigios de que hace 50 millones de años existieron 350 especies de elefantes que poblaron el planeta, en el presente sólo se identifican dos.

Los elefantes también poseen colmillos, grandes dientes que salen de su mandíbula superior.

Sus colmillos una gran fuente de marfil, pero debido a la creciente rareza de los elefantes, casi toda la cacería y tráfico son ahora ilegales.

Estos pueden pesar hasta 120 kilos y tener 3 metros de longitud, aunque lo normal es que midan menos de 1 metro.

Estos colmillos no son dientes caninos, sino incisivos extremadamente largos y el marfil es la dentina que los forma.

Otra de las características principales de los elefantes es que poseen unos grandes pabellones auditivos (mayores en el elefante africano que en el asiático).

La principal función de estas orejas es la termorregulación del animal. Al estar muy vascularizadas permiten un correcto enfriamiento de la sangre, que en animales de ese volumen sería difícil conseguir por otros medios.

Se alimentan casi exclusivamente de hierbas, cortezas de árboles y algunos arbustos, de los que pueden llegar a ingerir 200 kilogramos en un día.

Viven generalmente hasta los 60 años aproximadamente. El elefante produce una variada gama de sonidos con los cuales expresa diversas emociones.

El más conocido de estos sonidos es el barrito, que hace cuando está asustado.

Inteligencia

Hasta ahora los elefantes africanos son los únicos que comprenden, sin entrenamiento alguno, el gesto humano de señalar con el dedo.

En general suele relacionarse al elefante con la buena memoria. Estudios realizados por la Universidad de Sussex en Kenia, dirigidos por la doctora Karen McComb, parecen confirmarlo. Estudiando las comunicaciones entre elefantes del Parque Nacional Amboseli llegaron a la conclusión de que eran capaces de reconocer la llamada de más de cien individuos diferentes.