LILLIAM FONDEUR

@lilliamfondeur

El embarazo puede no ser dulce

El embarazo puede no ser dulce cuando cursa con una diabetes gestacional.

La diabetes es la incapacidad del páncreas de producir la insulina necesaria, por consecuencia los órganos del cuerpo no pueden utilizar el azúcar para formar energía y esta se va acumulando en la sangre provocando lo que se conoce como diabetes.

En el caso de las embarazadas, la diabetes se debe a que la placenta produce hormonas que actúan en contra de la insulina provocando que los niveles de azúcar en la sangre se eleven más allá de lo normal.

La diabetes gestacional a menudo se detecta después de los cinco meses de embarazo e incrementa el riesgo de desarrollar diabetes mellitus II, hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular y acrecentar el índice de cesáreas. La diabetes gestacional en otros casos desaparece con el desembarazo.

Dentro de la rutina del chequeo prenatal adecuada se realizan análisis de laboratorio de forma periódica para detectar diabetes gestacional.

Puede predisponer a desarrollar diabetes gestacional

• Sobrepeso

• Mayor de 25 años

• Tener abundante líquido amniótico

• Historial de diabetes gestacional en embarazo anterior

• Historial de diabetes familiar,

• Antecedentes de ovarios poliquísticos

• Haber tenido un bebé grande en un embarazo anterior.

El no haber tenido diabetes gestacional en embarazo previo no descarta que lo pueda desarrollar en futuros embarazos.

Posterior al diagnóstico de diabetes gestacional es vital revisar la glucosa (azúcar) todos los días, vigilar el aumento de peso de manera semanal, seguir un plan de alimentación adecuado y realizar ejercicio.

Si fuese necesario utilizar insulina inyectable, es oportuno recordar que no afecta al desarrollo del bebé. La insulina tiene el efecto de bajar el azúcar en sangre; la dosis y la frecuencia de la misma la determinará el médico.

La diabetes gestacional puede ocasionar que el bebé crezca más rápido y más grande (macrosómicos), pero no madura a la misma velocidad. Por lo que se les llama “gigantes con pies de barro”

Otras de las consecuencias para el recién nacido es el síndrome de dificultad respiratoria, aumento significativo del riesgo de malformaciones, e incluso producir muerte fetal intrauterina. Por otro lado, el recién nacido aumenta su riesgo de desarrollar diabetes y obesidad en la vida adulta.

La diabetes gestacional puede ser manejada y controlada para prevenir complicaciones tanto para la mamá como para el bebé. La clave está en detectarla de forma temprana y en mantener el azúcar en la sangre en los niveles normales.

Un bebé de gran tamaño al nacer no siempre es sinónimo de saludable. Por eso la importancia de un buen chequeo prenatal.