Se confiere gran importancia a la reunión por videoconferencia sostenida ayer por el presidente Danilo Medina con su homólogo de Haití, Jovenel Moïse, durante la cual abordaron la situación de la covid-19 en ambos lados de la frontera, así como temas fronterizos y de comercio, todos los cuales están entrelazados con el presente y futuro de ambas naciones.
Con ese encuentro las conversaciones bilaterales entre los dos países escalan el más alto nivel, porque antes los cancilleres Miguel Vargas Maldonado y Claude Joseph adelantaron gestiones en la dirección de que Santo Domingo y Puerto Príncipe aúnen esfuerzos para combatir la propagación en la isla de la pandemia.
Los temas migratorio y de comercio, abordados también por los jefes de Estado, están íntimamente ligados al de la lucha contra la pandemia, porque para referirse al ámbito sanitario se requiere puntualizar políticas bien definidas sobre seguridad fronteriza y la garantía de un intercambio comercial inocuo que no represente riesgo de contagio.
Haití necesita del comercio intrafronterizo para adquirir arroz, víveres, carne blanca, huevos, harina y otros alimentos y artículos básicos, que no podría hoy importar desde otras naciones, pero también a República Dominicana le urge reactivar ese intercambio comercial que representa más de 150 millones de dólares al año.
Miles de trabajadores haitianos aguardan la reapertura gradual de la economía para cruzar la frontera en busca de los empleos extraviados a causa de la pandemia, pero es obvio que la franja fronteriza debe estar herméticamente cerrada hasta tener absoluta garantía de inocuidad sanitaria.
Aunque las autoridades haitianas reportan un bajo número de fallecidos y contagiados por el coronavirus, la Organización Panamericana de la Salud ha advertido que el coronavirus desatará una crisis humanitaria en la nación caribeña, donde millones de personas enfrentan escasez alimenticia a diario.
Es claro que el Gobierno dominicano debe tener ojo avizor ante lo que pueda ocurrir en Haití en términos de disrupción sanitaria y crisis humanitaria, porque ese cuadro no deseado desataría un incremento de la inmigración.
Por todo lo expuesto y otras muchas aristas, se concede gran importancia a la reunión virtual sostenida ayer entre los presidentes dominicano y haitiano, toda vez que la cooperación mutua se asocia a la prevención de situaciones no deseadas por ninguno de los inquilinos de esta isla.

