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Habitantes del arco iris

Habitantes del  arco iris

El arco iris que conocía Ramiro era un arco iris común, con sus siete colores bien distinguidos, su forma arqueada y su presencia únicamente cuando llovía al mismo tiempo que el sol dejaba ver algún que otro rayo.

De vez en cuando los colores de los extremos parecían esconderse con la claridad del día, y era el momento en que los colores intermedios más brillaban.

Desde la Tierra, Ramiro interpretaba que los colores se peleaban entre ellos, ya que todos eran muy bonitos y todos querían ser el color más intenso y precioso.

Un buen día, cuando Ramiro volvía de la escuela hacia su casa, el arco iris creaba una semicircunferencia perfecta de un lado a otro del cielo, y parecía estar tan cerca que podía tocarse. Ramiro se acercó mucho a mirar de cerca aquella maravilla de la naturaleza, y cual fue su sorpresa cuando vio unos diminutos seres que andaban por el arco iris como si tal cosa.

Cada habitante iba por el color que le correspondía, y cuando alguno intentaba colarse en el color que tenía más abajo, el dedo índice de Ramiro iba muy diligente a separar ese habitante del color que no era el suyo.

Ramiro pretendía que el descubrimiento de los habitantes fuera un secreto, pero como todas las tardes que llovía, y Ramiro disfrutaba mucho con el arco iris, poco a poco sus amigos de clase se fueron uniendo a él.

Al final todos los niños que jugaban con el arco iris crearon una historia de los habitantes, imaginaban que era una gran ciudad, donde cada color era una calle y donde había tiendas, parques, casas, hospitales, escuelas y una comisaría de policía, por si algún habitante se escapaba de su color para viajar a otros colores, cosa que estaba prohibida.

Una mañana , empezó a llover a raudales mientras el sol lucía espléndidamente, así que un gran arco iris completo se formó a la entrada de la escuela.

Todos los niños querían salir al patio a ver el espectáculo, y cuando la clase de Ramiro comenzó a cuchichear hablando de los habitantes, y su profesor Lorenzo les escuchó, les preguntó:

– Ramiro, ¿qué es eso de los habitantes del arco iris?

Ramiro miró a sus amigos con cara de complicidad, y se dio cuenta de que tendría que contar su preciado secreto con todo lujo de detalles:

– “Maestro Lorenzo, el arco iris tiene habitantes organizados por colores que nosotros conocemos, y ayudamos a la policía a que el orden de los colores esté siempre presente”.

El maestro Lorenzo, soltando una gran carcajada, dijo:

– “Chicos, esos habitantes de los que habláis, no son más que las gotas de agua que conforman el arco iris, no puede haber habitantes en el arco iris, porque está formado por aire, luz y agua, nada más, los colores son el efecto óptico de la luz incidiendo en las pequeñas partículas de agua”.

Los niños se quedaron muy tristes al conocer el verdadero significado de lo que ellos habían supuesto los habitantes del arco iris, pero al mismo tiempo aprendieron una buena lección de química y física.

Con el tiempo, Ramiro llegó a convertirse en el metereólogo más preciado de su país, y siempre que podía hacía un guiño a los niños desde el programa del tiempo en la televisión, para que pensaran en los habitantes del arco iris.

El Nacional

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