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Hackers estafan a través correos electrónicos

Hackers estafan a través correos electrónicos

La delincuencia utiliza los correos electrónicos de forma abierta y sin ningún tipo de problemas para colocar “avisos de advertencias” engañosos sobre la necesidad de que los usuarios actualicen en línea sus tarjetas de crédito.

Se trata de expertos clonadores que operan ante la indiferencia de las autoridades, utilizando nombres y siglas de los principales bancos comerciales.

Generalmente se identifican bajo la firma “Banc@asa Usuarios – Actualización, para afirmar que el usuario del correo electrónico podría ser afectado si no actualiza en línea su tarjeta de crédito.

“Estimado cliente, hemos intentado comunicarnos con usted, con el propósito de informarle que su cuenta y servicio en línea de bhdleon.com.do necesitan actualizarse”, refiere uno de los tantos correos enviados a los usuarios.

A seguidas pasan a advertirle al usuario que “es importante informarle que si usted no realiza la actualización solicitada su cuenta será bloqueada temporalmente por seguridad y para activar su cuenta tendrá que acudir a una de nuestra sucursal más cercana con una identificación oficial vigente y copia de contrato proporcionados por nosotros”.

Quienes caen en la trampa son víctimas de inmediato de la clonación de su tarjeta. A pesar de que se trata de personas con correos identificados, casi nunca son apresados por las autoridades.

Las autoridades estiman que la mayoría opera desde las cárceles del país, por lo que se trata de delincuentes con penas impuestas en tribunales.

Datos estadísticos de la revista Forbes, especializada en economía, indican que el 72% de las reclamaciones por cargos no reconocidos en tarjetas se llevan a cabo en terminales de cobro en los comercios físicos y que el 26% ocurre sin la necesidad de que esté el plástico físicamente.

Las reclamaciones, según la revista, son por concepto de robo o extravío del plástico, la clonación de la banda magnética, las compras remotas o ventas por teléfono o internet, las transferencias electrónicas no reconocidas, el robo de identidad o falsificación de datos personales y las prácticas engañosas para obtener datos en cajeros automáticos.

Para clonar las tarjetas, los delincuentes utilizan generalmente tras pasos.