Un chequeo rutinario en Punta Cana, pero amparado en la ley, desató la ira de nacionales haitianos que la emprendieron a pedradas contra agentes de la Policía e inspectores de Migración.

La agresión se convirtió en una refriega en la que se ha dado cuenta de por lo menos un haitiano muerto, varios heridos y detenidos. Migración informó que durante el operativo fueron detenidos 71 haitianos ilegales, que serán repatriados, y otros 8 sometidos a la justicia acusados de alterar el orden público.

Decenas de haitianos viajaban en una guagua y emprendieron la huida cuando el vehículo fue ordenado a detenerse para verificar la identidad de los ocupantes.

Pero los haitianos salieron corriendo y desde diferentes puntos lanzaron piedras contra los policías y los inspectores de Migración.

El incidente llama la atención sobre la masiva presencia de extranjeros indocumentados que no se sabe cómo han penetrado al territorio. Testimonios de algunos indican que lo han hecho por la franja fronteriza, sobornando a militares.

La agresión de los haitianos no es para que se modifique el protocolo migratorio, pero sí para que se tenga más cuidado en los operativos.

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Casos como el de Punta Cana deben llamar también la atención de voceros de la comunidad internacional que tienen a República Dominicana en la mira sobre la crisis de la vecina nación.