SANTIAGO. Despechado porque una menor de edad que era su concubina se negaba a reconciliarse con él, un obrero de La Vega decidió, la tarde de ayer, envenenar una hijastra de año y medio de nacida y luego ingirió del mismo veneno. Los cuerpos de Francisco Alberto Rodríguez Bretón, de 36 años, y la infanta Yesmairy María Hernández, fueron descubiertos por residentes en el paraje Manga Larga, sección Cabirmota, de dicha ciudad.
La macabra escena mostraba al hombre abrazado de la niña sobre unos matorrales. La niña era hija de Scarle Rodríguez Cabrera, de 17 años, con quien vivía en la calle 3 sin número del barrio Yeni María 2, de Moca.
En uno de los bolsillos de su pantalón fue encontrada una carta escrita a mano, en la que Rodríguez Bretón explicó a su exconcubina que tomó la decisión porque no le dejó otro camino.
Otro párrafo de la misiva establece que “el dinero de la AFP es de los muchachos y dile a mi suegro que procure la cosa de la gomera y la demanda son de los muchachos (Crimeri, Chaneli y Alexander”. “Perdóname por no ser un padre bueno para ustedes, pero encontrar el amor y la desgracia para mi vida y su mamá no me dejó otro camino, perdonen”, agregó.
José Miguel Rodríguez Bretón, hermano de Francisco Alberto, aseguró a las autoridades judiciales y policiales que la pareja tenía problemas desde hace algunas semanas.
Para llegar al matorral donde fueron hallados los cadáveres, el homicida y suicida utilizó una motocicleta de su propiedad, la que fue decomisada por las autoridades, como parte del proceso de investigación.

