Editorial

Imprudente distracción

Imprudente distracción

El informe ayer de 2,012 personas contagiadas por coronavirus, la mayor cifra reportada en un día, y los 57 fallecimientos acaecidos por esa causa durante el fin de semana, deberían activar todas las alarmas sanitarias ante la inminencia de que se produzca un colapso hospitalario.
La tasa de positividad de la covid-19 se elevó a un 33.10%, con 62,908 personas infectadas, mil 63 fallecimientos y 4,169 en aislamiento hospitalario, incluidos 277 en salas de cuidados intensivos, por lo que la disponibilidad de camas sería de menos de un 10%.
En días diferentes de la semana pasada hubo reportes de 30 y de 19 fallecidos, pero ayer domingo, aunque los decesos anunciados fueron ocho, los contagios superaron los dos mil, ominosa señal de que la pandemia sigue indetenible, a pesar del estado de emergencia y de la reinstalación del toque de queda.
Llama la atención que el equipo político y técnico del presidente electo, Luis Abinader, parece prestar más atención a medidas que aplicaría el próximo gobierno, como supresión o fusión de dependencias oficiales consideradas innecesarias, que al drama de la covid-19 lo que sin dudas será su principal prioridad a partir del 16 de agosto.
Se entiende que el licenciado Abinader dedique tiempo a la tarea de seleccionar a los integrantes de su Gabinete, pero resulta imprudente que colaboradores suyos adelanten medidas que tomarían las nuevas autoridades que en este momento carecen de trascendencia para ser objeto de atención ciudadana.
Sobra tiempo para revisar o no decisiones del actual gobierno anunciadas antes o durante el periodo de transición, como también para suprimir dependencias estatales superfluas o redundantes, pero se agotan las manecillas del reloj para evitar un colapso hospitalario o sanitario.
Decisiones de alta política deben estar en los fueros del presidente Danilo Medina y del presidente electo, y no en mentideros de funcionarios nominados o de dirigentes políticos que esperan ser integrados al nuevo gobierno, porque estos son tiempos de coronavirus que requieren la unidad de esfuerzo de los que se van y de los que vendrán.
En vez de promocionar anticipadamente que se revisarán decisiones asumidas por las presentes autoridades o de que se reintroducirá un proyecto de ley para suprimir 54 instituciones estatales, lo que debería divulgarse por prensa escrita, radio, televisión y redes son los esfuerzos mancomunados que se realizan para contener la pandemia.
Una sociedad estresada por el avance del coronavirus y su afectación sobre la economía, reclama vehementemente que autoridades actuales y las electas se agarren de las manos para cumplir con su deber y obligación de impedir que el coronavirus conduzca a la nación al despeñadero sanitario, económico y social.

El Nacional

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