El gobierno y los sectores productivos deben, cuanto antes, diseñar y ejecutar nuevas políticas para incentivar el consumo de productos nacionales, tal y como lo plantean varios líderes empresariales, como forma de contribuir con el desarrollo sostenido de nuestra economía.
Incentivar en la población el consumo de productos dominicanos, más que una responsabilidad estatal, es una necesidad nacional que beneficiaría el tejido social, aumentaría el empleo y generaría riquezas.
Esto, más que un concepto económico es una ponderación de dirigentes de asociaciones empresariales, tal como la vicepresidenta ejecutiva de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), Circe Almánzar.
Por igual, el agroempresario Angel Rondón Rijo, presidente de Agroindustrial Los Angeles ha solicitado un programa que incentive a la población a consumir los productos lácteos fabricados en el país, ya que la mayoría están elaborados con estándares de calidad.
La confianza de este productor en que desde el Estado surjan políticas en ese sentido, es un sentimiento extensivos de un amplio segmento de los productores de diversos rubros.
Esta política debe estar dirigida no sólo a los consumidores individuales sino a los planes del Estado, a través de los comedores económicos, Plan Social, hoteles y restaurantes.
Porque si bien, en algunos productos no reúnen los niveles de calidad mínimo, en otros sus estándares cumplen con las normas internacionales.
Una posible medida del Gobierno pudiera ser la propuesta de Circe Almánzar, de que el presidente Danilo Medina oriente las compras gubernamentales hacia una nueva visión de políticas públicas, que asuma como prioridad el consumo de productos dominicanos en las licitaciones estatales.
Hay que recordar que la Ley de Compras y Contrataciones Públicas, así como el DR-CAFTA, establecen asegurar la participación de las pequeñas empresas dominicanas
No hay dudas que el consumo de productos nacionales por parte del gobierno, los sectores de servicio y la población en general, podría convertirse muy pronto en uno de los ejes fundamentales de un desarrollo sostenible de nuestra economía.