El centro de documentación que opera la embajada de Haití en Gazcue ha convertido una amplia zona de ese sector en infierno para sus residentes porque visitantes usan patios y aceras como retretes y obstaculizan el paso de vehículos y peatones, lo que degrada la máxima jurídica de respetar el derecho ajeno.
En los alrededores de esa oficina, ubicada en la calle Cayetano Rodríguez casi esquina Juan Sánchez Ramírez, se congregan desde las primeras horas de la mañana centenares de ciudadanos haitianos que procuran obtener documentos de identidad para inscribirse en el Programa de Regularización Migratoria.
La multitud ocupa los frentes de residencias, marquesinas de una escuela pública, negocios, oficinas, además de convertir en orinales los árboles y de lanzar desperdicios en áreas de jardines y en la vía pública, por lo que son frecuentes las discusiones entre residentes y quienes acuden a ese centro de documentación.
Se ha dicho que el embajador de Haití, Fritz Cinéas, ha prometido trasladar esa oficina a otro lugar donde no cause dificultades a vecinos, pero residentes en los alrededores donde actualmente opera se quejan porque las autoridades no hacen caso a sus quejas.
No hay razones para oponerse a que la embajada haitiana procure proveer a sus nacionales residentes aquí de la documentación necesaria para que legalicen su situación migratoria, pero es claro que el lugar donde opera es absolutamente inadecuado.
El ordenamiento jurídico dominicano se rige por los principios cardinales, según los cuales quien cause un daño está obligado a repararlo y que los derechos de unos terminan donde comienzan los de los otros, cuestión que no prevalece para los residentes en ese sector de la capital sometido a la tortura del ruido, desorden vial, inseguridad e insalubridad.
Ojalá que la embajada haitiana traslade lo más pronto posible esa dependencia a otro lugar, sin menoscabo del derecho que les asiste a esos ciudadanos de obtener por vía de sus autoridades los documentos de identidad que requieren para acogerse a las leyes dominicanas sobre migración.
Se censura con la mayor vehemencia que el Ayuntamiento del Distrito Nacional ni ninguna otra autoridad se conduela de vecinos de un sector residencial convertido hoy en un infierno.