República Dominicana: ¡despierta!
Hay muchas variables de analizar la actualidad social de cada país, pudiendo usar como parámetros la percepción, que es algo muy subjetivo; las estadísticas científicas, que es algo muy inestable y que va a depender del enfoque a medir. En cualquiera de las metodologías científicas aplicadas, en los últimos estudios realizados por las organizaciones encargadas de producir estadísticas mundiales que nos incluyen, el Estado dominicano ocupa los peores puestos. Cuando se trata de resultados negativos estamos en los primeros lugares, y cuando se trata de resultados positivos estamos en los últimos lugares.
> Algunos ejemplos para ilustrar mejor de la cruda realidad que vive la República Dominicana:
> La ONG alemana Transparencia Internacional (TI) coloca al país en el lugar 123 de 177 países en cuando a transparencia y ética en la administración pública, a causa de los grandes niveles de corrupción e impunidad.
> De igual manera la República Dominicana se sitúa en el primer lugar o principal país de la lista negativa o menos confiable para invertir, fuente: Revista Forbes que cita a Jon Hall, de FM Global, debido a los riesgos de infraestructuras y débiles construcciones que violan los códigos de seguridad, haciéndonos vulnerables para huracanes y terremotos. Además la baja capacidad para manejar desastres naturales y combatir incendios.
> Por otro lado está nuestra debilidad en la seguridad jurídica, ya que el sistema judicial es cuestionable y está corrompido al igual que el resto de las instituciones públicas que tienen que validar certificados oficiales para cualquier tipo de formalización de empresa o negocio.
> A todo esto se suma la incapacidad del Estado para suplir servicios básicos de calidad, de los que cabe mencionar el deterioro del:
> Sistema eléctrico, suministro de agua potable, seguridad ciudadana, transporte público, ordenamiento vial, drenaje y alcantarillado; recogida de basura, protección ambiental, salud pública, educación integral, oportunidad laboral y desarrollo de talento; facilidad de viviendas, alimentos asequibles, entre otros renglones que complementan estas necesidades básicas y que también están ausentes o con mucha deficiencia o son imprescindibles para la calidad de vida de los habitantes.
> Es evidente que el Estado dominicano vive un círculo vicioso de atraso y fracaso en comparación con los avances de la humanidad debido a incapacidad, ineficiencia, irresponsabilidad de las autoridades, la burocracia y corrupción administrativa.
> Los resultados negativos que deja cada año la inversión de más de 600 mil millones de pesos, o 15 mil millones de dólares, aparte de los prestamos internos y externos, y de las donaciones y ayudas internacionales; nos muestran que estamos exentos de planificación y gerencia en la administración pública.
> Para poner la tapa al pomo, no podemos olvidar que pagamos la energía más cara e ineficiente de América Latina, pagamos el servicio de internet más caro, somos el segundo país con más víctimas por accidente de tránsito de la región y el primero en desorden vial; tenemos la mayor tasa de adolescentes embarazadas, el peor sistema educativo y aumenta la pobreza.
¡Despertemos!