Los 350 millones de pesos que destinó la distribuidora de electricidad Ede-Este en la construcción de un edificio administrativo es una indolencia que raya ante la presencia de Dios. ¿Qué necesidad tiene una firma quebrada por el exceso de gastos y la mala gestión de los cobros de una majestuosa edificación? Según el experto Bernardo Castellanos, que hizo la denuncia, solo en una fachada de cristal se invertirán 45 millones de pesos.
Castellanos dijo que la edificación está ubicada en la avenida Bolívar casi a esquina García Godoy, entre las calles Doctor Delgado y Pasteur, colindante con la clínica San Rafael. El sentido común, que vuelve a erigirse como el menos común de los sentidos, indica que la administración de Ede-Este incurre en gastos innecesario con la construcción del edificio.
Los recursos, como planteó Castellanos, podían utilizarse para mejorar los cobros y las operaciones de las distribuidoras. El edificio se agrega al mal desempeño de una empresa que cuenta con una nómina de 2,541 empleados, tres veces más de lo que según Castellanos se requiere. Se trata de los casos en el sector que las próximas autoridades tendrán que analizar.
El Nacional
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