Jóvenes en pie de lucha

La coyuntura que alimentó la protesta de los miles y miles de jóvenes que ocuparon la Plaza de la Bandera en demanda de justicia y la renuncia de los miembros de la Junta Central Electoral, tras la interrupción de las votaciones municipales del 16 de febrero, es hoy un asunto del pasado. Toda la población había quedado muy afectada por la sorprendente suspensión de un proceso debido a fallas en el voto automatizado, pero sin conocerse las reales causas, y para colmo el interés mostrado de inmediato por el Gobierno de involucrar en el caso, a través del Ministerio Público y la Policía, al candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader. Pero los jóvenes, que organizaron sus protestas a través de las redes sociales, han advertido que están en pie de lucha para reclamar transparencia a las autoridades. Esa vigilancia, sobre todo de cara a las votaciones presidenciales y congresuales convocadas para el 5 de julio, es más que importante. No importa que la Junta JCE y otras autoridades efectuaran los correctivos para evitar los fallos que abortaron las municipales de febrero. Que los jóvenes se hayan empoderado tiene una trascendencia extraordinaria en la medida que se trata de toma de conciencia como de una señal de alerta para las autoridades. Son muchos los capítulos que todavía no se han aclarado, pero el mensaje y la advertencia de los jóvenes que hicieron historia en la Plaza de la Bandera no son para desdeñarse, sino para ponderarse.