En el 2008, suscribí el recurso en contra del préstamo inconstitucional de la SunLand, que marcó la corrupción en el gobierno del PLD. Cuando en enero de 2009, la Suprema Corte de Justicia rechazó el recurso bajo el argumento de que no tenía calidad para interponer el mismo, manteniendo la vigencia del indicado empréstito, que, en su momento, el entonces precandidato presidencial Danilo Medina, había dicho que le había “vencido el Estado”, sentí la indignación que generan los actos de abuso de poder.
Siete años después, el “no ha lugar” emitido por el juez de la Suprema Corte de Justicia que beneficia al mismo que fue acusado en el caso de la SunLand, confirma lo que conoce la mayoría de los dominicanos: el PLD controla todos los poderes del Estado, incluyendo la justicia, en desmedro de la democracia y la institucionalidad.
La indignación recorre el país. Tal como lo afirmó Monseñor Ramón de la Rosa y Carpio, en su reciente homilía con motivo del 171 aniversario de la Batalla del 30 de marzo, “Cuando los dirigentes y los grupos se corrompen y no se corrige lo podrido, entonces se corrompe todo el pueblo”, es hora de emprender una nueva batalla en contra del poder corrompido, y cuando en la justicia, está ausente el sentido de la imparcialidad y la independencia, hay corrupción.
Así sucedió con la SunLand y los 130 millones de dólares que hasta el día de hoy, que si bien sabemos dónde se destinaron esos recursos, y que por supuesto, no fue a las supuestas obras para las cuales se establecieron. A pesar de todas las evidencias, se dictó la sentencia del “crespón negro” que afectó la credibilidad de la Suprema Corte de Justicia de entonces.
Hay que enterrar la justicia política, y resucitar la justicia independiente, con la elección de jueces de carrera, por el Consejo Nacional de la Magistratura, pero no por el actual, sino por el que surja de las elecciones de 2016. Por ello, el objetivo debe ser ganar la Presidencia y alcanzar la mayoría en el Congreso Nacional, y con ello, cambiaremos, a profundidad, la justicia dominicana.