La mayoría de los dominicanos sigue sosteniendo el criterio de que el principal problema del país lo constituye la delincuencia, expresada en asaltos, robos y actos de sicariatos, según la encuesta Gallup-Hoy, que estableció diferentes variables que inciden en el incremento de hechos punibles.
Desde hace tiempo, estudiosos del tema de la violencia criminal coinciden en señalar que el fenómeno es consecuencia de la pobreza generalizada, la falta de empleo y la presencia de ciento de miles de jóvenes que ni trabajan ni estudian. También le atribuyen una gran responsabilidad a la justicia.
El Poder Judicial juega un importante papel, para disminuir el alto índice de criminalidad existente, aplicando las sanciones previstas en el Código Penal. Sin embargo, la benignidad ha sido el común denominador en algunos jueces que actúan de manera complaciente con imputados de cometer infracciones graves.
El mismo día que fue sentenciada la cantante Martha Heredia a siete años de reclusión, por un tribunal Colegiado de Santiago, por la posesión de un kilo de cocaína, salía de la cárcel de La Victoria el ex coronel Joel Liriano, a quien las autoridades le ocuparon, en una finca de su propiedad, dos laboratorios para procesar cocaína.
Al parecer, las personas involucradas en el tráfico voluminoso de drogas, tienen patente de corso para seguir en sus actividades ilícitas, pues un reducido grupo de magistrados del orden judicial, no cumplen con su deber de aplicar el peso de la ley a confesos criminales, cuyos expedientes están cimentados con pruebas abundantes.
Resulta sorprendente que el procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, sindicara al “empresario” Winston Rizik, como uno de los jefes de los carteles de drogas más importantes que ha tenido la República Dominicana, pese a que éste llevaba una vida pública sin ser molestado por las autoridades.
La justicia ha puesto en libertad en varias ocasiones al señor Rizik, quien conforme al prontuario dado por el Ministerio Público, el imputado fue acusado de ser el autor intelectual de la muerte de Vladimir Paulino Consuegra y Marcos Douglas Figueroa. En mayo del año 2011 fue vinculado al asesinato de Amador Cabrera Sánchez y Carlos Jiménez Silvestre, y de herir de bala a Julián Rijo. ¿Y la justicia donde ha estado?.

