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Justicia y misión

Justicia y misión

Rafael Ciprián

Rafael Ciprián

rafaelciprian@hotmail.com

El Poder Judicial, como toda institución y todo organismo vivo, tiene su misión, y no puede escapar de ella. Poco importa que sea bien o mal publicitada o ignorada o conocida con plena conciencia por sus integrantes.

La misión de un organismo es tan importante que se le impone como razón de ser. Es parte integrante de su naturaleza. Por tanto, el que niega su misión se suicida. Pierde su esencia y se desnaturaliza.

Toda institución que se precie de organizada tiene expresamente consignados su misión, visión, principios y valores. Lo lamentable es que los use solo como vitrina para engatusar a ilusos o como discurso que se elabora para cubrir las formas, no para llevarlo a la práctica.

Afortunadamente, el Poder Judicial dominicano tiene su misión, visión, principios y valores bien definidos y existe la voluntad mayoritaria de materializarlos. Es la regla, aunque se puedan dar situaciones excepcionales que se aparten de lo que debe ser. Por el ruido que hacen estos casos, trascienden como notorios.

Y aquí recuerdo la gran lección del inconmensurable José Martí, cuando nos enseñó que el sol tiene manchas, pero nos ilumina con su luz. Lo que sucede es que los ingratos hablan, y hablan mucho, de las manchas y los agradecidos resaltan su luz.

En la realidad eso es inevitable. No debe sorprender. Es parte de la ley de la dialéctica que nos rige, con su lucha de contrarios y la negación de la negación, hasta alcanzar su síntesis. La misión del Poder Judicial es la misión de nuestra Justicia, porque es su administrador en el país. Si el primero anda mal, la segunda andaría peor.

Concebimos la misión del Poder Judicial, establecida de manera programática, como: “Independiente, eficaz y eficiente, imparte justicia oportuna, con equidad y transparencia, resuelve conflictos jurídicos con miras a restaurar la paz social, interpreta leyes y administra sus recursos, en el marco constitucional de un Estado Social de Derecho.”

Además, “Es un órgano de gobierno independiente, que garantiza la supremacía de la Constitución Nacional, en coordinación con los otros poderes del Estado.”

Resulta relevante observar que la justicia, por su misión, debe ser independiente, eficaz y eficiente. Jamás debe obviarse que la equidad y la transparencia son principios rectores en la solución de los conflictos. Sin ellos no hay paz social. Y, con su carácter supremacista, tenemos la Constitución, a la que estamos sometidos todos.

La coordinación que debe existir entre los poderes del Estado es fundamental. Esto no riñe con el principio esencial de la independencia que debe tener permanentemente la justicia. Si la misión de la justicia, tan claramente establecida, se cumple, la sociedad florecería y la dignidad humana estaría garantizada.