No se concibe el éxito del programa de recuperación económica sin prolongar al menos durante el primer trimestre de 2021 los subsidios a trabajadores suspendidos y familias vulnerables, aunque se admite que el Gobierno tendría que incurrir en un sacrificio mayor para poder financiar esa imperiosa necesidad.
El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Miguel Ceara Hatton, ha dicho que existe la posibilidad de que se continúe en 2021 con los programas sociales que fueron implementados este año, lo que representa un auspicioso cambio respecto al anuncio inicial sobre el fin de esas transferencias económicas.
Se admite la necesidad de revisar esos subsidios a los fines de enfocarlos hacia individuos y familias que realmente necesiten la asistencia del Gobierno para poder subsistir un tramo de la crisis económica matizado por creciente desempleo y quiebra de empresas.
Más de medio millón de empleados se encuentran en condición de suspensión, conforme a estimados moderados, mientras que una cantidad significativa ha sido reintegrada a las empresas gracias a un subsidio al salario que otorga el Gobierno, lo que indica que el subsidio se requiere también para evitar despidos adicionales.
El equipo económico oficial tendrá que emplearse a fondo para identificar recursos que puedan ser insertados en el Presupuesto General de la Nación para 2021 destinados a financiar esos subsidios durante el primer trimestre del año entrante, que sería como escoger entre lidiar con un déficit fiscal mayor o con difíciles situaciones sociales.
Se sabe que la tarea esencial del Gobierno debe ser contener la pandemia, una aspiración que tardaría y que depende también de la consecución y aplicación de vacunas aún no disponibles, tarea conectada también con los esfuerzos por relanzar la industria del turismo, fuente esencial de generación de empleos.
El programa de recuperación de la economía marcha según lo previsto con cada vez más empresas reincorporadas a la producción, pero aún falta un largo trecho por recorrer hasta recuperar cientos de miles de empleos extraviados a causa de la pandemia.
Un escenario sin subsidios a los trabajadores suspendidos y a familias en condición de vulnerabilidad no sería deseable al inicio de 2021 porque pondría en riesgo lo poco o mucho que se ha logrado en términos de recuperación y vuelta a la nueva normalidad. El sacrificio vale la pena y resulta imprescindible.

