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La calle y arte de gobernar

La calle y arte de gobernar

Alberto Quezada

La República Dominicana, al igual que la mayoría de los países del mundo occidental está asistiendo a uno de los episodios más críticos de gobernanza de su existencia.

La calle está excitada, agresiva, desafiante y violenta. La mayoría de los sectores económicos, políticos, religiosos, están en pugnas, tienen agenda e intereses distintos.

¿Pero que es la gobernanza? La gobernanza es la forma de gobierno basada en la interrelación equilibrada del Estado, la sociedad civil y el mercado para lograr un desarrollo económico, social e institucional estable. En la actual coyuntura todo lo ahí planteado está en crisis.

Desde luego, todo lo sucedido hasta ahora no es culpa exclusiva del actual Gobierno, hay que decir en honor a la verdad que es una acumulación de problemas que se vienen arrastrando desde hace décadas.

Hay que sumarle, sin duda, la tradicional incapacidad de la mayoría de los gobernantes dominicanos de asimilar las técnicas y reflexiones que sobre arte de gobernar han expuesto los sabios de ayer y de hoy para evitar eso.
Al parecer, los gobernantes desde la creación misma del Estado dominicano, no han podido descifrar con certeza las complejidades de ese difícil arte a los fines de dar respuestas adecuadas y oportunas a las necesidades sociales y ciudadanas.

El abordaje y el debate ha sido largo, tedioso y abarcador desde tiempos remotos y todo parece indicar que ni ¨Los discursos sobre la primera década¨ de Tito Livio que datan del año 1519; ni la ¨La política¨ de Aristóteles y ¨El Príncipe¨ de Nicolás Maquiavelo, han sido suficientes para dar respuestas a las demandas sociales.

Pero algo más curioso es que ya en plena época posmoderna Robert Greene en ¨Las 48 Leyes del Poder¨ y ¨El Arte de la Seducción¨ tampoco arroja luz para el entendimiento y aplicación efectiva de este difícil concepto del arte de gobernar. Entonces, ¿qué hacer?