POR: Max Puig

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La II Cumbre de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC) se celebró con mucho éxito en La Habana. Al inaugurar el cónclave, el presidente de Cuba Raúl Castro insistió en que por diversos que sean los países de América Latina y el Caribe, o por diferentes que sean las ideologías de sus gobernantes, la región debe ponerse de acuerdo en defender sus intereses ante las transnacionales y las potencias que se aprovechan de sus recursos.

Es verdaderamente lamentable que el presidente dominicano haya tenido que dedicar parte de su intervención en la plenaria de esta cumbre para negar que el Estado dominicano esté aplicando políticas de carácter racista. La verdad es que un grupo de posiciones políticas extremistas de derecha ha colocado a la República Dominicana y a su gobierno en una posición muy difícil a nivel internacional.

Aunque el presidente Medina lo niegue en la Cumbre de la CELAC o en cualquier otra parte, lo cierto es que el fallo del Tribunal Constitucional tiene ribetes racistas, es discriminatorio, viola los derechos humanos, desconoce mandatos de la propia Constitución dominicana y hace caso omiso de compromisos internacionales asumidos por nuestro país.