Para hablar de la comunicación afectiva-efectiva, es necesario que nos enfoquemos sobre las necesidades humanas básicas, clasificados, por Virginia Satir , en tres tipos: ser vistos, ser tocados y ser escuchados.
En este sentido, la función afectiva de la comunicación hace referencia a toda la gama de emociones, sentimientos y vivencias que se generan y se desarrollan a través de la comunicación y que permiten la satisfacción de la imperiosa necesidad que todos tenemos de compartir nuestras impresiones, nuestros sentimientos y sentirnos comprendidos, aceptados y amados por las personas que nos son afectivamente significativas.
Existen diversas teorías explicativas sobre las emociones basadas en diferentes principios, que van desde los fisiológicos hasta aquellas relacionadas con el estudio de la expresión corporal de las mismas. Asimismo también existen diversas definiciones de emociones, según la referencia teórica en la que se inscribe.
Para este proyecto, adoptamos la de Ana Maria Sanguinetti y Francisco Mora en su Diccionario de Neurociencia que la conceptualiza como la reacción conductual y subjetiva producida por una información proveniente del mundo externo o interno (memoria) del individuo, donde participa todo el ser: el cuerpo físico, la mente, nuestra energía y nuestra espiritualidad.
Este involucramiento de todo el ser, es explicado por William James y Carl G. Lange , cuando nos describen el funcionamiento del proceso emocional a partir de los estímulos sensoriales que la corteza cerebral recibe e interpreta provocando una emoción, la cual induce cambios en los órganos viscerales a través del sistema nervioso autónomo y cambios en los músculos del esqueleto a través del sistema nervioso somático.
Comunicación
El arte de la comunicación afectiva satisfactoria y eficiente es un aprendizaje que se adquiere fundamentalmente en el seno del hogar y en las instituciones educativas a las cuales nos hallamos vinculados.
Posteriormente se desarrolla y se fortifica a través de nuestros vínculos laborales y afectivos a lo largo de nuestra vida adulta.
En el proceso de desarrollo de la comunicación tiene significativa importancia la afectividad, la autoestima, la empatía, el diálogo y el desarrollo de la dimensión espiritual, conceptos que se desarrollan principalmente desde el seno del hogar, en la relación con progenitores, hermanos y abuelos, y en la etapa escolar en las relaciones con profesores, compañeros y amigos.
Comunicación es el proceso de interacción social mediante el cual los individuos intercambian información. Sin embargo, existen muchas formas de comunicación.
Esta intervención se concentra en la comunicación no verbal, que carece de estructura sintáctica verbal y se manifiesta mediante indicios y signos.
Este tipo de comunicación surge con los inicios de la especie humana antes de la evolución del lenguaje propiamente dicho.
El lenguaje no verbal puede estar impregnando de los miedos, las iras, las tristezas, las alegrías y los afectos, de manera consciente o inconsciente, y se puede expresar adecuada o inadecuadamente en la interacción humana.
Para los fines que persigue este proyecto, tomaremos en cuenta la comunicación no verbal que consiste solamente en lenguaje gestual y corporal y lo referiremos al proceso de enseñanza-aprendizaje.
Existen formas de comunicación verbal (es decir con estructura lingüística o sintáctica) no orales, como por ejemplo la comunicación escrita y las lenguas de señas.
En nuestra vida cotidiana, constantemente estamos enviando mensajes no verbales a otras personas (muecas, señales con brazos, manos, dedos, direcciones de pies), que pueden ser mucho más importantes de lo que nosotros creemos.
El doctor Paul Ekman ha analizado hasta 15 gestos de emociones en el rostro que pueden entenderse universalmente en las diferentes culturas.
La comunicación corporal, antes que lenguaje en términos evolutivos, es una parte esencial del sistema de comunicación, y el vehículo para muchas transacciones humanas fundamentales que el discurso solo no puede comunicar.
El lenguaje del cuerpo es una esfera que muchas personas han utilizado para establecer en cada momento unas pautas de actuación o una línea a seguir en determinados escenarios, sean cotidianos, laborales o sociales.
La efectividad de la comunicación es imprescindible para el logro de una buena interrelación entre los seres humanos. Para docentes, es crucial disponer de herramientas efectivas y cumplir con el complejo rol de trasmisor de conocimientos y, al mismo tiempo, motivador, negociador y mediador en el proceso de interacción con sus estudiantes, a los fines de garantizar el éxito de sus funciones. En el proceso enseñanza-aprendizaje las características de la comunicación docente-estudiante constituyen un determinante esencial para mejorar la calidad educativa.
En la educación existe una interacción permanente entre la persona docente como emisora y a la vez receptora, y el estudiante, que en ambos roles recibe con mayor fuerza el impacto de las reacciones emocionales e inconsciente.
La personalidad del maestro o la maestra puede impactar de manera determinante la transmisión del conocimiento. En tal sentido pueden estar conscientes de que están utilizando el canal de comunicación verbal.