El papa Francisco consolida su voluntad de afrontar la pederastia en la Iglesia católica al solicitar que sea abordado sin demora el caso del exnuncio Jósef Wesolowski, acusado de abuso sexual a menores en República Dominicana, contra quien se dispuso arresto domiciliario.
La fiscalía del Vaticano notificó al destituido sacerdote el fardo de crímenes que se le imputan, y fue recluido de inmediato en un recinto dentro del perímetro de la Santa Sede a la espera de un juicio penal.
Se resalta que tan pronto el Pontífice fue informado sobre lo que definió como un caso “tan grave y delicado”, ordenó la destitución de Wesolowski como embajador del Vaticano en Santo Domingo y su sometimiento a un proceso canónico.
La Congregación de la Doctrina de la Fe, la instancia de la Santa Sede que juzga los delitos contra la fe y la moral, decretó su expulsión del sacerdocio, por lo que ahora el Papa ha dispuesto que el proceso penal sea abordado sin demoras.
Francisco expresó su deseo de que Wesolowski sea juzgado “con el justo y necesario rigor” y con “plena responsabilidad de las instituciones de la Santa Sede”, lo que indica que el Papa desea consolidar su advertencia de que la Iglesia no será tolerante con sacerdotes que incurran en pederastia.
A principio de julio, el Pontífice sostuvo un histórico encuentro con víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros del clero, a quienes les pidió perdón por “estos pecados de omisión”, que definió como crímenes graves, otra clara demostración de que su papado afrontará ese flagelo.
Aunque el exnuncio polaco es requerido por la justicia dominicana y de Polonia, su antigua condición de diplomático y la ausencia de tratado de extradición, dificultan la posibilidad de que sea juzgado en Varsovia, pero es de justicia decir que el Papa garantiza que en este caso imperará la justicia.
La feligresía católica debe orar con devoción e intensidad para que el Altísimo conceda fuerza a Francisco en su cruzada para combatir y derrotar al crimen de pedofilia tan dilatado y extendido en el clero, y para que la justicia terrenal juzgue y condene ese exnuncio por los crímenes que se le imputan.

