Reportajes

La drogadicción continúa camino amenazante contra las futuras generaciones

La drogadicción continúa camino amenazante contra las futuras generaciones

SANTIAGO. Te los encuentras en las calles pidiendo  para comer con una edad en la mayoría de los casos inferior a los 13 años,  cargando de un lado al otro con la  expresión  “Señor, regáleme algo de dinero para comer”, lo cual hace que más de un ciudadano   entre la mano en el bolsillo y saque unos cuantos pesos que puedan aliviar un poco el hambre que manifiestan tener  estos menores.

Sin embargo,  hay quienes afirman que se trata de una nueva estrategia de niños que se han vuelto adictos a algún tipo de droga y que necesitan inventar lo que sea para satisfacer el vicio que iniciaron desde  edad tan temprana.

Hay quienes dicen haber visto menores que a juzgar por la apariencia no sobrepasan los 13 años, utilizar los rincones de algunas plazas comerciales o centros públicos por lo menos de esta ciudad que para satisfacer el vicio hasta cemento utilizan algunos, dijo una señora a quien la situación le resulta grave y se atrevió a decir que “hay que tomar cartas en el asunto y hay que hacerlo rápido”.

La señora que contó haber sorprendido en varias ocasiones  a niños tratando de utilizar alguna droga  dijo que les explicó lo perjudicial que era para ellos  pero los menores escapan tratando de esconder la droga y también la vergüenza. “Traté de aconsejarlos, pero son niños que por su apariencia tienen carencia de afecto, en su mayoría vienen de familias disfuncionales o no viven ni siquiera con sus padres”.

El señor Eulalio García dijo que en más de una ocasión se ha topado en las calles con menores pidiendo como desesperados que más que por el hambre se les nota que es para satisfacer algún vicio, “cuando me dicen que les dé dinero para comprar comida y les digo que mejor les voy a comprar algo para que coman se rehúsan… hay quienes hasta me han dicho ‘A mí nadie tiene que comprarme lo que me voy a comer’, y se van”.

Dijo que el que verdaderamente tiene hambre no está pensando en lo que se va a comer o quién se lo va a comprar sino en comer. “No es hambre lo que tienen” señaló mientras cuestionaba la actitud de estos menores que piden en las calles alegando tener hambre.

Expresó que esa situación evidencia que verdaderamente no es comida lo que buscan sino el dinero con el que puedan introducirse en el mundo de las drogas y empezar a destruir sus vidas desde sus primeros años de juventud.

Y el hecho de que existen menores adictos a las drogas lo confirma la cifra del centro de rehabilitación para menores, (Hogar Crea para menores) donde se encuentran internos treinta niños en edades de los 10 a los 17 años y que se encuentran recibiendo la rehabilitación necesaria para reponerse de su adicción a las drogas, según lo indicó el director de la entidad Francisco Mauricio Guzmán.

UN APUNTE

Mal toma sigue auge

Pese a las campañas de concienciación que realizan en esta ciudad las entidades que trabajan con la niñez y la adolescencia,  los casos de los menores adictos a las drogas continúan en aumento y es que el trabajo debería ser mancomunado entre estas  instituciones  sociales y la familia. Las cifras demuestran que en su mayoría los niños adictos a las drogas provienen de familias disfuncionales.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación